Capitulo 5

2149 Words
Catriel. Cuando se va a su trabajo me levanto sacando las mantas del lecho, debo ir a lavarlas porque tuvimos mucha intimidad, creo que esta desesperado por dejarme embarazada asi ya no hace lo que debe hacer, pero lo necesito aún cuando sé que me utiliza de una manera tan desagradable, sé que a mi padre no le queda mucha vida, mi madre se va a ir junto a él ya que están desde eran casi niños juntos y yo iba a quedar sola si no me casaba, corriendo muchísimo riesgo, esta era y es mi única salida, por eso debo soportar sus comentarios y a su primer esposa. —Al fin te levantas, tienes que hacer un montón de cosas aun. —hay una pila de ropa en la entrada de la tienda—. Ve a lavar todo eso, y después vuelves a limpiar la tienda. —Si. —como puedo agarro todo y salgo de la tienda para ir al rio a lavar. —Escúchame una cosa. —Dígame. —No me vas a sacar mi lugar, me quedo como la principal y asi va a quedar, —solo la miro—. Es mejor que te mantengas al margen y dándole hijos que es para lo único que te trajo, cuando vea que mi lugar corre peligro me vas a conocer. —No le voy a sacar nada tranquila, y sé a lo que vine, y solo eso voy a hacer, darle hijos y asegurar mi plato de comida, nada mas. —Bien, que asi se quede. —en el rio me desquito fregando y llorando gran parte del día, sacando toda la impotencia que tengo por no haber nacido agraciada y no tener mas propuestas, bueno, no tener ninguna porque yo le propuse esto a Benjamín y él toma lo que quiere, nada mas, al volver a la tienda esta la hija de Benjamín y en silencio me pongo a limpiar. —Prepárame un té rápido. —como no conozco las cosas donde están tardo un poco, les sirvo a las dos un té en silencio. —Ve a buscar leña y trae para la comida. —Si, voy enseguida. —A la primera hace caso mamá, que lindo. —voy a la reserva de leña así llevo. —Buenas. —Mujer, deberías estar descansando en tu primer día de casada. —Hay cosas que hacer, y quiero ir a ver a mis papás. —Tu esposo ya mandó a que los muevan de lugar. —Abigail me sonríe, se podría decir que es mi amiga—. Ahora vas a estar tranquila porque los mandó al lugar seguro del pueblo y van a tener más comodidades. —¿De verdad los mandó ahí?. —salgo corriendo a buscarlos, veo a los hombres acomodando la tienda y voy apurada—. MAMIII. —Hija, —le doy un abrazo riendo de alegría—. Benjamín nos dio un lugar mejor, vamos a estar bien y tu padre puede mejorar, Yankiray vino a verlo y le dio medicina. —Oh mami que lindo, —entro a la tienda viendo a mi papá sentado con una sonrisa—. Papi que alegría, vas a mejorar ahora. —recorro todo el lugar con mis ojos, es mas grande que la tienda que teníamos, hasta cosas de cocina tiene—. Oojjj, —No llores hija. —me apoyo en su pecho llorando—. No llores mi vida, fue por tu sacrificio que tenemos esto. —Una y mil veces papá. —lloro una vez mas en el día y ya no sé si es alegría o dolor. —Permiso. —me enderezo viendo a Benjamín, frunce las cejas cuando me seco las lágrimas desesperada—. No sabia que estabas aca. —Ya me voy. —le doy un beso a mi papá y me paro alisándome el vestido—. Voy a venir a verte a diario papá, descansa. —Gracias hija. —despido a mi mamá y salgo a buscar la leña, voy hacia la tienda asi comienzo a limpiar. —¿A dónde estabas? Te dije lo que debías hacer y te das el lujo de tardar. —Perdón Welim, fui a ver a mis padres. —dejo la leña al lado de la estufa y comienzo a ordenar la mesita donde estaba con su hija—. Ya mismo limpio. —Voy a ir a la cocina, cuando vuelva quiero todo esto limpio. —Si Welim. Limpio toda la tienda y la verdad que un poco emocionada, es un lugar enorme, espacioso, corre aire y se respira rico olor, la verdad que Welim tiene muy limpia su tienda, seguramente ahora va a ser mi responsabilidad mantenerla, porque soy plenamente consciente que esta muy furiosa porque su esposo me trajo, y la verdad que voy a hacer lo que me diga, mientras sea en cosas de la casa, porque si yo estuviera en su lugar estaría igual de furiosa, ser la esposa principal y única durante todo su matrimonio y de la nada traen a otra mujer para darle algo que yo no puedo me moriría de la furia. —Catriel. —me giro asustada donde no lo había oído. —¿Viene a comer Benjamin?. —Si, ya Welim esta preparando las cosas, ven, quiero hablar con las dos. —Si. —salimos de mi lugar donde estaba limpiando bien la cama—. ¿Qué hago?. —Ve por agua. —Siéntate Catriel, ve tu por el agua Welim. —¿Acaso voy a ser su sirvienta?. —Voy yo no... —Te sientas. —me arrodillo a su lado izquierdo, bajo la cabeza porque no quiero ver a Welim avergonzada, pone el jarro con fuerza en la mesita que tiene, nunca había visto un mueble de estas dimensiones—. Ya que de ahora en mas vamos a convivir los tres en la misma tienda vamos a poner las cosas en orden asi no hay conflictos, porque si los hay las dos saben cual es la que se va a ir. —Welin suelta un risita pero no los miro ni hago un sonido, mi puesto es el que siempre va a correr riesgo, mi cuello el que va a ser cortado, no tengo que decir nada—. ¿Tienes algo que decir Welim?. —No, solo que quiero oir que dices. —Bien, cada una se va a encargar de la limpieza de su lugar y de su ropa, Catriel, tu vas a lavar mi ropa. —Si, —De la limpieza de la tienda se va a encargar Catriel y de la comida Welim, la leña es mi responsabilidad, no quiero ver a ninguna de las dos yendo a buscar leña o limpiando la estufa, y otra cosa, que Catriel este a cargo de la limpieza de la tienda no quiere decir que cada día lo va a hacer ni menos que se ensucie a propósito. —Dilo, dime lo que quieres decir Benjamín. —Que no te quiero molestando Welim, porque sabes que a donde te vea molestar te vas de este lugar. —se va enojada a su lugar privado y yo no sé qué hacer, soy su esposa hace dos días, ella hace mas de veinte—. Come Catriel, debes estar fuerte. —Si. —Eres muy delgada, —me acomodo mejor sirviendo agua y corto pan, debo ser atenta con sus necesidades—. Vas a comenzar a comer mas seguido, no quiero que pases un embarazo difícil. —Voy a esforzarme. —la verdad que Welim cocina muy rico, en la cocina siempre todas le alaban las comidas—. Benjamín, queria pedirle permiso de ir a diario a ayudar a mis padres. —La verdad que no me parece correcto, porque no sé las actividades que vas a hacer. —Ayudo en la limpieza de la tienda y con mi padre. —Puedes ir cuando termines con las cosas de esta tienda, porque ahora vives aca conmigo. —Si, primero hago mis deberes y luego voy. —Cuando vuelva del trabajo te quiero aca Catriel, en cada comida debes estar, y si te veo cargando leña o haciendo cosas pesadas te quito el permiso. —Si, tranquilo que hago lo que me diga. —le sonrío y él asiente—. Ya me llené, muy rico todo, gracias. —Bien, mientras ordenas le pongo leña a la estufa y vamos a dormir. —Si. —emocionada porque me dio permiso de ir a ayudar a mis papás limpio la mesa, voy acomodando las cosas para lavar. —Listo, vamos a la cama, haces eso mañana. —La verdad que mejor porque estoy un poco cansada. —entro en mi lugar arrodillándome al lado del lecho abriendo las mantas, no se necesitan demasiadas mantas ya que la estufa esta cerca de la cama y se siente bien lindo el calorcito. —Catriel. —entra con unas telas en las manos y cierra bien el cuero para privacidad—. Te traje telas para que te hagas prendas nuevas. —¿De verdad?. —me tapo la boca porque casi rio de la felicidad de tener prendas nuevas, nunca tuve nada mío, todo lo usó alguien antes. —Si, son telas nuevas que compré para ti. —me las da agachándose y yo no puedo mas de la alegría que me da. —Que suaves que son, huelen rico. —friego mi cara en las telas mirándolo a los ojos. —Quiero que te hagas todos los vestidos que puedas, voy a traerte mas telas y abrigadas. —las dejo a un lado y me inclino envolviéndolo por el cuello. —Gracias Benjamín, muchas gracias. —Eres mi esposa, es mi deber. —me alejo sin perder la sonrisa, friego mis manos en mis piernas viendo como sigue el movimiento. —No importa que sea su deber Benjamín, a mi me importa el acto que tuvo conmigo, gracias. —me mira a los ojos poniéndome incómoda—. ¿Quiere que me desnude?. —Si. —me inclino subiendo la tela, cuando me la saco me vuelvo a sentar sobre mis pies—. Este vestido lo vas a tirar. —Voy a tener vestidos nuevos, lo tiro sin que me duela. —su mano va a mi pecho izquierdo, aprieto los labios cuando con su pulgar frota mi pezón. —Tienes unos pechos preciosos Catriel. —Al menos algo de mi le agrada. —cierro los ojos cuando se inclina llevándose mi pecho a la boca—. Oojjj Benjamín. —¿Te gusta?. —Si, se siente bien. —pongo las manos en sus hombros cuando vuelve a hacer lo mismo, pero no queda ahi, sube dando besos hacia mi cuello—. Mmmjjjj. —¿Te gusta verdad?. —Si, me gusta mucho. —con los ojos cerrados sonrío porque pone su mano en mi nuca sosteniendo mi cabeza porque me besa el borde de mi cara, mis mejillas, abro un poco la boca cuando llega a mis labios y me besa—. Mmmmjjjj, OOOOJJJ. —No grites. —se rie acomodándome en el lecho, aunque me da nervios espero ansiosa lo que viene porque anoche cuando me tomó me gustó mucho lo que hacia—. Ya vamos a ir al granero donde vas a poder gritar todo lo que desees. —engancha mi pierna abriéndome a él que ingresa en mi interior con calma, me besa profundo que parece me quiere comer—. Ooojjjj... ooOOOJJJJ. —lo envuelvo con mis brazos apretándolo con fuerza. —Oh Benjamín. —pone una mano a cada lado de mi cabeza alzándose un poco—. Mmmjjjj. —Eso aaagggg. —aprieto las piernas en sus caderas desesperada, lo miro a los ojos clavándole las uñas en el pecho. —aaaAAAAJJJJJ MMMMGGG. —Nooo, nooo Benjamín no pare... —la explosión llega haciendo que mi cuerpo pierda las fuerzas y con él pasa lo mismo—. Aaaagggg. —como sigue arriba mío acaricio su cabeza sonriendo—. ¿Puede ser que me guste mas de lo que me gustó ayer?. —Si. —se rie sobre mi cuello—. Cada vez va a gustarte mas. —Eso es bueno. —Si, muy bueno. —como se queda arriba mío cierro los ojos disfrutando el peso y calor que me da—. Si soy muy pesado dime. —No, quédese asi un poco mas. —abro los ojos asustada cuando me mueven—. ¿Qué pasa?. —Te dormiste, ponte de lado. —Si. —me abraza de atrás y ya puedo cerrar los ojos—. Que descanse. —Tu igual. . . Aviso!!! hoy no hay cap en Benaias, nos vemos mañana ?
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