El hombre la deseaba tanto que no se dió cuenta de su error.
La estaba degradando al tratarla como su juguete s****l.
Mariana por primera vez vió que el sexo no era un juego.
El hombre tomó un vibrador delgado el cual introdujo lento en su ano, ella ni siquiera sabía cómo se llamaba.
Estaba tan desconcertada.
A pesar de todo le gustó esa vibración mientras la penetraba en su v****a con su m*****o.
La azotó con un pequeño látigo dejando marcas en sus piernas y senos.
La condujo a un cuarto donde tenía un pequeño caballete.
La subió ahí boca abajo como si estuviera abrazándose el mueble y la esposo.
Vamos pequeña puttana sé que te gusta todo lo que te hago.!
Sí....ahhh.!
Carlo la penetró de nuevo, le dió un par de nalgadas dejando rojo su trasero el cual levantó para tener una mejor visión.
Le soltó las esposas y se colocó en un sillón ondulado que ella jamás había visto.
No sabía que era un sillón tantra para actos sexuales.
La subió sobre su cuerpo y dejó hacer lo que quisiera.
Ella introdujo el m*****o en su interior y cabalgó al hombre torpemente, aunque un poco menos que antes.
Vamos, mueve esas caderas mujercita.
Eres deliciosa.
Carlo no quería ser cariñoso con ella, era algo que como hombre no permitía desde que falleció su esposa
Ella sería la única a la cual amaría por el resto de su vida.
De cierta forma compensaba la pérdida del amor de su vida con otras mujeres.
Sobretodo exponerlas, le daba cierta satisfacción, algo así como un fetiche, tampoco era que les haría daño físico, no era ese tipo de hombre.
Solo quería como regalo para sí mismo poder sentir un cuerpo que fuese como el de ella.
Algo que no encontró en ninguna hasta el momento.
Se sentía vacío y dolido aún.
No quería aceptar que buscar otra mujer no se la devolvería jamás.
Ella siempre fue su más valioso tesoro.
Le dió una hermosa hija la cual se la recordaba, su madre se encargó de la crianza después de morir su esposa.
No sabía por qué ahora estaba teniendo estos pensamientos en medio de su acto s****l.
Se sintió frustrado, dejó a Mariana sobre el sofá tantra y fue directo a la ducha.
Necesitaba aclarar su mente, la chica en la otra habitación no tenía la culpa, pero ya no la quería tener ahí por más tiempo, al menos no en ese momento.
Pasó una hora, no salía de la ducha, ella se vistió y salió con sollozos del apartamento.
Estaba ilusionada con ese hombre, ni siquiera sabía lo que le sucedió para dejarla así, no quiso acercarse para hablar al respecto.
Después de media hora más Carlo se sentía mejor, salió a la habitación, ella ya no estaba.
Suspiró porque sabía que probablemente estaría molesta o triste.
Se daría un tiempo sin llamarla, de verdad necesitaba despejarse, desde hace mucho no pensaba en su esposa, por qué hoy y por qué en esa situación.?
Ahhhh.! Suspiró y se acostó a dormir.
Mariana llegó a casa, Bryan aún no había llegado para suerte suya, revisó su teléfono y pudo ver un mensaje donde le comunicaba que saldría con unos socios.
Reuniones de copas inevitables para mantener lazos cercanos y hacer crecer la empresa.
Ella no quería esa vida.
No había ningún mensaje, ni una sola llamada de Carlo.
Se sintió herida esa noche, sentía que se estaba enamorando, él la hizo mujer y le dió algo que la hacía sentir como tal.
Sexo, pero no amor, al ser tan joven también era ingenua.
Los días pasaron y se quedó encerrada en su habitación..
Al fin recibió una llamada grupal de sus supuestas amigas.
Sí ellas pueden fingir, yo no.
Hola Mariana, dónde estás amiga.?
Escuchó la voz de Susana y casi vomita de tanta hipocresía.
No estoy en la ciudad, salí con mis padres la noche de mi cumpleaños, mi hermano me llevó a casa cuando estaba en el estacionamiento hablando con aquel extraño.
Oh, pensábamos que te habías ido a pasar la noche con él.?
No, ni siquiera supe su nombre, me habló que estaba esperando a su amigo, lo llamó y se fue a buscarlo.
Ahhh sí, una pena que no disfrutaste tu primera vez con un tipo tan apuesto.
Entonces, no estás en casa.?
No chicas y para ser honesta no me agradó que me quisieran forzar a estár con alguien, así que lo siento, pero no quiero ser más su amiga, chao.
Mariana colgó la llamada dejando en shock a Susana y Cinthya.
Qué diablos le sucede a esa perra, en serio nos va a dejar así.?
Susana, si yo fuera ella también haría lo mismo, déjala tranquila.
Esa maldita perra me las pagará, crees que tenía que ser ella quien se alejara primero.?
No.!
Mira, he hablado con mis padres, me iré de la universidad, cambiaré de carrera por la de Diseño de Modas la cual se me da mejor, quería llevarme bien contigo y Mariana, estás del lado opuesto y no quiero participar en tu juego.
En verdad te irás y me dejaras lidiar con ella sola.?
Jamás he querido hacerle daño a Mariana y lo sabes, me agrada.
Eres una traidora, lárgate si es lo que deseas Cinthya.
Espero no te arrepientas de lo que estás haciendo Susana.
Por qué debería, esa maldita lo tiene todo y no le importa sacar provecho, por qué tiene más dinero que nosotras.?
Se comporta como una santa, haré que toda la universidad pase por encima de ella y quede como la más zorra de todas.
Estás mal sabías.?
Lárgate Cinthya, no te necesito.
Bien, adiós.!
Al salir Cinthya llamó a Mariana, su número estaba bloqueado.
Sé sintió en conflicto, quería advertirle, no sabía cómo, le marcó al número de su casa del cuál también fue bloqueada, no tenía el de su hermano, se iba de la ciudad en una semana.
Sí le daba tiempo de empacar todo, iría a buscarla, no dejaría que Susana le hiciera daño, en verdad le agradaba.
Mariana se deprimió un poco, era una chica alegre y segura de sí misma, siendo estudiante de psicología sabía que lo mejor sería salir de las sombras antes de entrar en depresión.
En esa semana vió muy poco a Bryan.
Llamó a sus padres para ver dónde se encontraban ahora.
Hola cariño, estás aburrida en tus vacaciones.?
Un poco mamá, han pasado 15 días, quisiera viajar, puedo hacerlo.?
Me gustaría ir a Italia a nuestra casa, recuerdo que no voy ahí desde que tenía ocho años.
Puedo ir.?
Bueno hija, no lo sé.
Por favor mamá, sabes que no estaré sola, ahí están Claudio y Ramira.
Sí hija lo sé, déjame hablarlo con tu padre.
Bien mamá, haré mi equipaje.
No hemos dicho que sí aún.
Lo sé, papá no dirá que no, lo conozco bien .
De acuerdo pequeña, te llamaré pronto.
Mariana abrió su ropero, al intentar sacar su equipaje cayó al suelo una bolsa.
La cual tomó bastante sorprendida.
Maldición, lo olvidé.!
Olvidé tomar esa noche la píldora.
Respiró profundo, sabía que esa noche fue intensa con Carlo
Se sentía algo asustada, no quería tirar por la borda su vida y su carrera.
Menos darle una noticia tan escandalosa a sus padres.
No, jamás podría, respiró profundo y se tranquilizó.
Si quería cambiar un poco las cosas debía empezar por dejar atrás todo.