Capitulo 12.

1583 Words
Carlo llegó a su oficina y se dió una ducha en la habitación su para descansar, tiene una hermosa con vista a la ciudad. Sonrió con picardía porque sabía que ya estaba en sus manos. La haría suya hasta cansarse como lo hacía con todas. Eligió un traje y se colocó algo de perfume. Se sentía renovado y fresco. Fue a la reunión y concordó el trato con éxito así que después salió a comer algo. Moria de hambre, al tomar asiento en el restaurante pudo ver entrar al hijo de los Ford con una chica algo alterada a su lado. Sabía que era él porque ya había visto toda la información de la familia de Mariana. Bryan dime qué volverás conmigo, por qué no me dices a quien le estabas comprando anticonceptivos.? Carlo sintió curiosidad, sería a esa pequeña puttana suya.? El hermano mayor sabe lo que hizo conmigo y la está protegiendo.? Ya te dije no volveré con una mujer tan infantil como tú, vete y déjame solo. No, no me iré, me prohibiste la entrada a la empresa, si me dejas yo... Tú qué Kiara.? Me vas a amenazar con suicidarte.? Crees que me importa.? No voy a dejarme manipular por una maldita loca como tú, lárgate ahora, no sé en qué momento me fijé en una mujer de tú tipo. La chica estaba desconsolada llorando tomada del brazo de Bryan. Te juro que si me dejas me las pagarás. Has lo que quieras, no me importa. Seguridad.! Qué, cómo te atreves, sabes quién es mi padre.? Te juro que te arrepentirás. Sí señor, en qué podemos ayudarle.? Por favor saque a esta mujer, no me deja ordenar tranquilo. Carlo sonrió al ver la escena, el chico tenía agallas y le agradaba de alguna forma. No creía que supiera quien era el hombre que se acostó con su hermana pero si lo descubría de seguro sería un problema para él. Mariana salió de compras no sabía por dónde empezar. Fue al centro comercial más grande, entró a una tienda de lencería. Jamás había comprado nada parecido, no sabía por dónde empezar. Obviamente el dinero que le dió Carlo no alcanzaría. Será así de tacaño siempre.? Sacó de sus pensamientos la idea y caminó alrededor viendo algunos juegos de lencería muy sensuales. Buenas tardes señorita, puedo ayudarle en algo.? Mariana se sonrojó de inmediato. La dependienta sonrió y pudo notar su timidez. Venga, le mostraré algunos juegos muy sexis de su talla, puede probarlos si gusta. De...acuerdo, soy talla pequeña. Sí, aunque lleve ropa holgada puedo ver qué tiene una hermosa figura. Tenga, pruebe estos tres, le entregó unos en color n***o, rojo y blanco. Mariana entró al probador donde había un espejo grande de cuerpo completo. Se colocó el n***o el cual resaltaba lo blanco de su piel, el encaje le daba un toque de sensualidad genuino a su cuerpo curvilíneo. estaba encantada, se colocó el azul oscuro y pudo ver que era otro que le quedaba muy bien así que no sabía por cual decidirse. Apenas cubría sus senos y los levantaba dándole una forma voluptuosa. El blanco era un hijo con liguero que subía a su cintura y el sujetador tenía que atarlo a su cuello y espalda, en la parte del busto llevaba dos lazos que a penas cubrían sus aureolas. Era diminuto pero sensual. No lo pensó mucho y tomó las tres piezas. Señorita llevaré los tres por favor empaquelos. Entregó su tarjeta y esperó de pié. Pase por aquí por favor, hoy tenemos un obsequio por la compra de tres piezas. La chica sacó una pequeña caja envuelta y la agregó a la bolsa de las compras. Es un aparato que estimula la zona íntima del c******s para mayor satisfacción a la hora de un orgasmo, espero lo disfrute. Gracias por su compra. Mariana estaba con el rostro rojo, salió rápido de ahí. Incluso guardó la bolsa en su bolso para que nadie la viera, se detuvo en una cafetería y pidió un café frío con mucha crema batida. Mientras disfrutaba de su latte escuchó a dos chicas hablar a su espalda. Qué crees que hizo Mariana esa noche.? No nos ha contactado, estará molesta con nosotras, no me atrevo a llamarla aún. Ella se lo buscó, solo le dimos un pequeño impulso Cinthya. De verdad piensas tan mal de ella.? Solo es una niña rica y huérfana que juega de inocente. Sabes todo el tiempo que llevo tratando de acercarme a ella.? Por qué lo haces Susana.? No soporto la idea de verla creerse la mejor en todo siempre. Por qué la defiendes, te agrada.? La verdad si me agrada, se ve que es genuina. No seas estúpida, verás que pronto será la zorra de la universidad. Mariana no podía creer lo que escuchaba, así que su hermano tenía razón.? No se movió de su lugar, esperó que ellas se fueran. Ahora que no tenía amigas las cuales consideraba casi sus hermanas no debía darle explicaciones de lo que hizo a nadie . Imaginó que decirle a las chicas cuando las viera, pero jamás le pasó por la cabeza que Susana estuviera planeando en su contra y aunque Cinthya parecía estar en su contra también lo sabía y no dijo nada. No se suponía que estaba enamorada de Bryan.? Al parecer todo fue su plan desde un principio y no le verían la cara de estúpida una vez más. Simplemente les dejaría de hablar, no iba a perder tiempo con ellas. Tomó sus cosas y fue a casa a darse un baño, tenía mucha ropa sexi la cual no usaría, si su hermano la veía salir así podría sospechar. Se colocó la ropa sexi por debajo y una deportiva encima. Le envío un mensaje a Bryan, iría a hacer ejercicio. Tomó el auto de su madre y condujo a la dirección que Carlo le envío. Estaba bastante nerviosa. Llegó a un edificio lujoso. Un hombre mayor abrió y le indicó que pasara adelante a la recepción. Es la señorita Ford.? Mariana asintió sin decir una palabra. Bienvenida señorita, por favor el señor aún no ha llegado. Me pidió que le entregara las llaves y lo esperara ahí. Desea que pida algo para cenar.? No, estoy bien así, gracias. De acuerdo puede subír al último piso y ponerse cómoda. Gracias.! Mariana tomó el ascensor y presionó el último botón. Entró al apartamento el cual no recordaba . Caminó por todo el espacio, había lujosas habitaciones, una cocina de ensueño, terraza y piscina infinita. Llegó a la habitación principal la cual recordó un poco, había un enorme espejo en el techo. Ya no podía ver las cámaras así que se sintió aliviada. Abrió el clóset y pudo ver los innumerables trajes, zapatos, perfumes, relojes y ropa informal. Al parecer era muy ordenado. Subió a la cama y aspiró su olor varonil, definitivamente le pertenecía a él, su olor la tenía con el pensamiento lejos de la realidad, no se dió cuenta cuando Carlo entró a la habitación y sonrió al verla acostada oliendo su almohada. Se quitó la ropa y subió a la cama haciéndola pegar un grito del susto. Hola mi pequeña. Por qué vienes vestida así.? Bueno no suelo vestir muy diferente para salir. Carlo le quitó el abrigo y pudo ver el sostén sexi de color blanco. Mmm, me agrada más lo que llevas por dentro. Déjame ver un poco más . Le quitó los zapatos y el pantalón. Oye preciosa, estás deliciosa. No te dejaré dormir esta noche mi pequeña zorra. Por qué me llamas así.? Porque te convertirás en mi zorrita a partir de ahora en la cama. No te gusta la idea.? Yo...no he estado con otros hombres jamás. Lo sé, fue evidente la marca que dejaste en mi cama esa noche. Mariana bajó la cabeza avergonzada. No es nada bebé. Me refiero a que te haré mía, solo mía cada noche. Pretendes que venga todos los días aquí. Sí, día y noche para mí. Carlo, no puedo... Solo estudias cierto.? Sí pero ... Bueno, después de estudiar vienes aquí y... No, tengo obligaciones, soy muy aplicada con respecto a mis estudios. Hmmm, bien, que deseas hacer entonces.? No lo sé, si no llego a casa a dormir será un problema. No tienes amigas que te cubran.? No quiero involucrar a otras personas. Ahhh niña, a qué le tienes miedo.? Todas las chicas de tu edad cogen y no dan tantas explicaciones. Pretendes que vivamos juntos o te haga el amor.? Niña, solo vamos a coger, te daré lo que tu cuerpo necesita de mí. Mariana se sintió indignada, en verdad su hermano tenía razón, pero era inevitable, el tenía razón, necesitaba de su cuerpo, lo anhelaba. Respiró porfundo y aceptó. Bien, si lo que quieres es un simple acoston lo haré. Bebé no será simple, te haré gritar mi nombre, y pedir más cada noche. Carlo se preocupaba por excitarla y estimularla, no era un cavernícola. Besó su cuerpo despacio, sus pezones se pusieron duros al instante cuando sintieron la suciedad y humedad de su lengua. Tomó sus labios los cuales eran perfectos cuando la besaba mientras con sus dedos humedecía y preparaba mejor su campo de juego en su zona íntima. La penetró de una vez y fue rudo esta vez porque era lo que deseaba esta noche. Tomó una cuerda y la ató a los borde de la cama. Hoy sería suya de todas las formas posibles.
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