Había enviudado hace 20 años y desde entonces no se había vuelto a casar, ; aunque, lo he visto salir con algunas señoras nunca había vuelto a sentar cabeza. Y me han contado que más de una tripulante le ha echado los perros, pero según y que no se inmuta.
Mientras está abajo hablando con otros capitanes, espero el momento que voltee y me vea, cuando lo hace le hago señas que suba.
Al rato subió el Capitán, algo tomado y serio como siempre ha sido, de carácter taciturno, discreto y pocas palabras.
—¿Qué tal lo estás pasando Cap?
—Bien Sergio, en estas fiestas nadie se aburre, excepto tú.
—Jajaja, es cierto nadie se aburre, ni siquiera yo, estoy dándome un respiro porque en un rato me toca trabajar doble.
—ahh, bien por ti...—celebra elevando el vaso de licor para brindar entendiendo
