** Sören** -¿Realmente está dormida? –Presté atención a la pantalla. A mí no me parecía que estuviera durmiendo. -Supongo. Y no quiero averiguar si está fingiendo –Me giré a ver a Dimas, y me carcajeé ante su repentina cobardía. Me mostró el dedo medio, provocando que me burlara aún más de él. -Jefe, el desayuno está listo –El joven rubio le anunció con entusiasmo. -Vamos a dejárselo Larry –Dimas se dio la vuelta bruscamente. En definitiva estaba molesto. -¡No, no! ¡Yo lo hago! –Tomé la charola con prontitud. -¡Estás pendejo! Tienes que observarla primero, y trazar una estrategia –Ignoré lo que estaba hablando. Caminé a paso decidido para llegar al pasillo, con Dimas detrás de mí, insistiendo en que no debía entrar. Pero en estos casos, la mejor manera de conocer a una persona, era e