Insolente

3200 Words
De lo más insólito que he visto y me ha pasado en la vida está es una de ellas y vean que me ha pasado casi de todo. Voy a una fiesta en casa del gobernador sin ningún ánimo y consigo a la chica de mis sueños, con la que me siento completo nada más en tomar su mano, paso la mejor noche de mi vida y al despertar solo encuentro un antifaz al lado de la cama como un adorno, si no fuera por ese simple detalle juraría que estaba soñando. Ahora estoy en el despacho del gobernador, inmovilizado por un par de agentes y cuando logro agarrar uno de ellos, resulta ser ella. Lo sé por su voz y sobre todo por ese olor, el mismo olor que tengo grabado en mi memoria desde esta mañana. - ¡Maison!- escucho y siento un golpe en la cabeza, es mi compañero Jeffrey- reacciona. ¿Qué pasó?. - Entraron dos individuos nos inmovilizaron e hicieron preguntas al gobernador sobre Benítez y luego se fueron.- les digo. - ¿No hicieron más nada? - niego - inhabilitaron la luz desde adentro porque los cables están intactos. - Creo que podría ser los de inteligencia. - ¿Pero vamos a trabajar con ellos porque no decirnos?. - Aún el jefe no nos dice si aceptaron. - Maison es orden del gobernador y del presidente, nuestros jefes solo obedecen y nosotros a ellos así que la frase si nos aceptaron o no, no es válida. - Tal vez, son personas entrenadas, sabían lo que hacían, saben bien quién soy y cosas del gobernador. Además, dijeron que el gobernador había pedido su ayuda. - Si lo que dices es verdad entonces no son un mito. - No son un mito, tengo un golpe en la espalda que lo confirma. - ¿Qué les dijo el gobernador?. - Quieren la mercancía decomisada de hace una semana y el niño lo devuelven con vida, pero estamos hablando de Benítez y sabes cómo trabaja. - Apenas tengan la mercancía lo van a matar cómo lo hicieron con su novia. - Exactamente. -¿Y qué dice el gobernador se los va a dar?. - Es algo que está fuera de sus manos. Tenemos 48 horas para conseguir a este joven o encontraremos su cuerpo guindando en otro puente. - Señor gobernador - lo llama Jeffrey - ¿los secuestradores se han comunicado con usted o le han dado algunas pautas?. - Ninguna - me mira para que no lo delate. - Perfecto vamos a doblegar la seguridad, señor gobernador de ahora en adelante no habla con nadie ni sale de aquí sin supervisión.- termino de dar otras órdenes. Una hora después estamos en la oficina de nuestra jefe el comisario Guyip. Está alterado y pegando grito - ¡¿Cómo puede entrar un equipo a la casa del gobernador sin ser visto e inmovilizar a uno de mis mejores agentes?!. - No lo sé señor, estaban entrenados, se movían como sombras. ¿Creen que pueda ser los de inteligencia?.- le pregunto. - Probablemente, ello tienen su manera trabajar que nadie conoce excepto ellos. - ¿Significa qué estamos trabajando en equipo?- comenta Jeffrey. - Su jefe se acaba de comunicar con nosotros y aceptaron, pero trabajaremos bajo sus términos, solo nosotros debemos saberlo y nadie más ¿Estamos claro?. - Si señor - decimos al mismo tiempo. - Ya salgan de aquí, pónganse a trabajar. Vamos al escritorio y me pongo a revisar el caso de Benítez, de vez en cuando se me viene ese olor en mi casa y en el despacho del gobernador. - ¿Qué te tiene tan distraído? Te conozco y sé que es más que Benítez. - La Dama dorada.- ese fue el apodo que le coloque a mi chica. - Ya te dije que te ayudaré a buscar a la chica detrás de la máscara, porque después de tres años volver a ver esa sonrisa es un milagro, además que nunca te vi así. - Jeffrey no te miento está mujer me devolvió la vida con una sonrisa, escucharla era un bálsamo para mis oídos, sus ojos era mi sol en la mañana y su olor era mi elipsis. Jamás me había sentido tan completo en la vida y ella desaparece como Cenicienta dejándome una máscara. - Pero a diferencia de la cenicienta no podemos ir por la vida probando el antifaz en todas las caras femeninas de los cuerpos policiales. - No, solo necesito su olor para identificarla lo tengo registrado en mi memoria. - ¿Sabes que podría ser cualquiera de las mujeres de este departamento?. - Podría, pero no es de este departamento. - ¿Cómo estás tan seguro?. - Créeme lo sé. Ella no está aquí, pero la voy a encontrar así me llevé días, meses o años. - Ya lo has dicho, próxima misión la búsqueda de la chica detrás de la máscara. - ¿Todo es broma para ti? - le tiró una bola de papel a Jeffrey. - esto es serio. - Yo soy serio, pero debemos ponerle un nombre a la misión. - Mejor concentrémonos en el hijo del gobernador. - Hola chicos - llega Tamara una de nuestras compañeras de investigación - ¿De qué hablan? - Nada, aquí nuestro agente especial Maison Wolf en una misión secreta que involucra el corazón. Tamara nos ve sorprendida.- ¿tienes novia?- niego. - No le hagas caso a este payaso. ¿Cuéntame qué averiguaste?. - Nada agradable, la forense indica que el cuerpo tiene signos de tortura, cigarro, fuego, algunos dedos amputados y... - Ataque sexual.- termino de decir. - Efectivamente, una horrible forma de morir. - Estar en el lugar y en la hora menos indicada - comenta Jeffrey afligido - no quisiera ser sus padres. - El único pecado de esta chica fue salir con el hijo del gobernador. Odio a Benítez.- digo con toda la rabia del mundo, esto me trae malos recuerdos. - Tenemos que encontrar al hijo del gobernador antes que corra con la misma suerte. - Jeffrey tiene razón - debemos movernos. - Busquemos los sitios que posiblemente se encuentren, deben ser alejados y solitario. - empezamos a buscar los posibles puntos. Registramos dos de ellos nos quedan tres para mañana. Vimos la hora son pasadas de las dos de la mañana. - ¿Maison podemos irnos ya?. - pregunta Tamara. - Estamos contra el reloj. - Wolf hoy no lo vamos a encontrar mañana buscamos los puntos que nos faltan, pero descansemos. - Está bien, descansemos. - ¿Me puedes llevar a casa?- me dice Tamara. - Si claro yo te llevo no tengo problema.- va a recoger sus cosas. - ¿Sabes que está enamorada de ti?- me susurra Jeffrey. - darle esperanza cuando buscas a otra no es bueno. - No le doy esperanza, solamente la llevo a casa como buen compañero. - ¿Te quedas en la casa o en tu apartamento?.- me pregunta. - El apartamento me queda más cerca, mañana a primera hora vamos a casa del gobernador tenemos pocas horas. - Lo sabemos, descansa que Benítez te volverá loco. - Estoy lista. Salimos rumbo a su casa, hablando del caso y repasando el operativo de mañana. - ¿No quieres subir y comer algo?.- niego. - Ya es tarde Tamara mejor ve a descansar. - Siempre tan serio y reservado Maison así no puedes vivir. Debes abrir tu corazón. - Mi corazón está bien Tamara. - No lo creo, no has dejado que una chica se vuelva acercar a ti después de lo que sucedió, no puedes castigarte de esa manera. - No me castigo, solamente no quiero nada de compromiso ni relaciones en este momento. - Yo estoy dispuesta a esperarte el tiempo que necesites.- no. - No lo hagas Tamara, somos compañeros de trabajo y no me arriesgaría a qué te pasé algo. - Además, una enmascarada ya me ha robado el corazón. - Soy una chica grande que se sabe cuidar. - No lo dudo, pero mejor seamos amigos - su cara es de decepción - dale ve a dormir que en unas horas tenemos trabajo. - Nos vemos mañana.- se despide. Se baja del auto y me dirijo a mi apartamento, cuando llegó algo no está bien. Saco mi arma y entró con todos los sentidos alertas, revisando cada parte de él, al darme cuenta de que no hay nadie bajo el arma, prendí las luces y me relajo, este caso me tiene nervioso, me siento en el mueble y minutos después luces abajo. -¡¿Qué demonios?!. - Quieto detective- escucho que me dicen apuntándome con un arma en la cabeza. - Esa es una linda manera de saludar - digo con sarcasmo. - Solo vamos a aclarar algunos puntos.- esa voz la he escuchado antes. - ¿Con un arma en mi cabeza?- se mueve hasta quedar al frente con cierta distancia. - Solamente es seguridad, si te mueves vas a lamentarlo. - Esto es invasión a la propiedad privada.- digo molesto tratando de enfocar mi vista. - Silencio y escucha atentamente.- lo que me faltaba que me den órdenes en mi casa.- no trabajamos con nadie pero ya que es una orden... - Son de inteligencia.- interrumpo. - Que inteligente detective - pude notar el tono de sarcasmo.- pero no me interrumpa. - Es mi casa.- recalcó ese punto. - Lo sé, si no no estaría aquí.- se sienta en un mueble frente de dónde estoy - Las condiciones las ponemos nosotros, tu jefe quien no debía saber, debió decirte que trabajamos juntos pero nadie debe saberlo, eso incluye al gobernador. - Pero fue el quién dio la orden que trabajaríamos en conjunto. - Igualmente, no debe confirmarlo, los operativos son bajo nuestras reglas. - Eso no va a ocurrir. - Esto no es una negociación sino como va a suceder las cosas. - Sé manejar un operativo.- le digo mucho más molesto. - No lo dudo detective, primero en su clase y a su corta edad con un gran récord de casos cerrados, pero está vez le toca estar bajo nuestras órdenes. - Creo que te confundes no trabajamos para ustedes sino con ustedes, aunque no queramos. - Tenemos eso en común, ni su departamento ni el mío quieren trabajar juntos. - Benítez es mi caso lo conozco mejor que nadie. - No lo dudo, pero Benítez es un objetivo muy buscado, ahora que tenemos la oportunidad de atraparlo no voy a permitir que por rencillas personales ocurra un error. Me molesta ese comentario - veo que hicieron su tarea, pero invadir mi vida no se le está permitido. Se ríe y esa sensación de confort la vuelvo a sentir - un gran error si cree que necesito permiso para saber de usted. - Benítez y yo tenemos una cuenta pendiente, pero sé hacer mi trabajo correctamente no se preocupe por eso. - No me preocupo y lo que va de la noche ha hecho dos pesquisas sin previo aviso a su superior - ¿Cómo saben eso?.- debe tener mente fría detective. - Tenemos el tiempo encima, no quiero otro cadáver como lo que le hicieron a esa chica. - ¿Ya le entregaron el informe forense? - me pregunta con más calma. - Si, pero no voy a darte información no te conozco. - Eso tampoco es su decisión, yo pregunto tú respondes. - ¿Y por qué no al revés? Esto es un trabajo mutuo. Yo comparto información tú también haces lo mismo. - La chica fue torturada, abusada y asesinada. -¿Leíste el informe?. - no responde - ¿Entonces para qué vienes para acá?. - Tenemos menos de cuarenta y ocho horas para encontrar al hijo del gobernador, pero usted y yo sabemos que no va a estar completo, Benítez debe estar torturándolo eso... - Lo hace por placer, por eso no podemos perder tiempo.- le digo. - ¿Qué información tiene sobre Benítez?. - Esto es mutuo ya le dije. - Bien, usted me da información y yo le doy usted empieza. - ¿Qué me garantiza que sí le doy la información usted me vaya a decir lo que sabes?. - No tiene garantía se debe arriesgar. - ¿Si no quiero correr el riesgo?. - Usted bien lo dijo tenemos el tiempo en contra. - eso es verdad. Lo pienso y me arriesgo no tengo de otra - Pensamos que Benítez tiene encerrado al hijo del gobernador en un lugar muy lejano, dónde puede hacer sus fechorías y nadie escuché. - Eso es obvio detective, no me decepcione su hoja de vida es más impresionante. - ¿Podemos dejar el sarcasmo?. - ¿Puede dejar la arrogancia?. - Entra a mi casa como un ladrón, me apunta con un arma, me dice que hacer y me interroga. ¿Debo ser amable?. - No le pido que sea amable, sino que me de información útil. Nos quedamos en silencio unos minutos, se siente familiar y cómodo estar así. Es esa misma sensación. - Detective está distraído. - me interrumpe.- ¿Cómo va a dirigir un operativo si su mente está en otro lado?. - ¿Por qué su jefe manda a una chica a interrogarme?. - Mi compañero puede hacerlo, pero podría recibir otro golpe como hace unas horas en el despacho del gobernador. - se levanta y empieza a caminar sin apartar su mirada de la mía. Aunque no pueda ver sus ojos por qué está cubierto con una máscara puedo sentir su mirada encima de mí. - ¿Tiene problema con la autoridad femenina?- me pregunta con burla. - No, pero eres irritante. - Estoy siendo amable detective no tientes su suerte. -¿Esto es suerte? Qué halagó. - Ya dejemos las trivialidades, ¿Qué sabe de Benítez?. - Que carácter. - Respiró profundo - es un narco que maneja todo el sur, quién se atreve a retarlo amanece muerto, utiliza el mismo sistema de tortura y luego lo exhibe como trofeo. Para que sepan que él manda. Se arriesgó a secuestrar al hijo del gobernador por una gran cantidad de mercancía lo que significa que la debe entregar a alguien. - Benítez trabaja solo no es de tener jefes, si quieres la mercancía puede ir por ella comprando el cuerpo policial, no sería la primera vez. - Cierto, pero en la última entrega perdió gran capital y eso debe saberlo mejor que yo, ustedes llevaron ese operativo o es lo que se dice.- sigue en silencio. - Entonces secuestra al hijo del gobernador para presionarlo, si es así la entrega debe ser pará alguien más grande que él...- lo dice susurrando para ella. - Exactamente, por lo tanto, si el gobernador entrega la mercancía su hijo es un chico muerto. - El joven está muerto desde el momento que cayó en sus manos, encontrarlo con vida sería un milagro. - Benítez no es tonto lo necesita con vida, el gobernador no va a entregar esa mercancía sin garantizar la vida de su hijo. - me levanto y apenas lo nota, está encerrada en sus pensamientos. - Quiere algo más que el gobernador no nos dice, debe averiguar qué es usted está más cerca.- cuando se da cuenta ya me tiene a su lado apuntándole. - Es lo más seguro, pero no soy bueno obedeciendo órdenes a dura penas la de mi jefe, por ello mucho menos obedecer la de extraños. - No es cortes amenazar a la visita. - No es educado invadir la casa del anfitrión y amenazarlo. - Tenemos un dilema Detective. - No lo dude señorita. - Teniente, para usted. - Ahora yo hago las preguntas y usted responde. ¿Qué sabe de Benítez?. - ¿Es cierto que mató a su novia?.- ese tema me cambia el humor y me hierve la sangre. - Usted es la que responde. - A veces respondemos con el cuerpo, ¿seguro está capacitado para atrapar a Benítez? Y no hablo de sus habilidades, sino de la capacidad de mantener la sangre y la mente fría para el operativo. - Estoy detrás de él desde hace mucho, se lo debo no solo a Julia sino a todas sus víctimas. Así que respondiendo a su pregunta, si estoy capacitado. - Bien, en ese caso.- hace un movimiento y me quita el arma, es hábil. No dejo y respondo, pero se sabe defender, manos van y vienen debo admitir que pega duró, en minutos me tiene en el piso boca abajo. - Buen entrenamiento detective debo admitir que es hábil.- se burla. Hago otro movimiento ahora la tengo boca arriba y conmigo encima. - No tiene idea teniente. - duramos unos segundos así, se siente familiar está posición.- Insisto ¿nos conocemos?. - Lo estamos haciendo. - empezamos otra vez la pelea, algunas gana ella otras la inmovilizó yo. - Insisto algo me dice que ya nos hemos visto. - Lo dudo, mi grupo de amistades y de trabajo no está conformado de hombre con complejos machista y de arrogancia. - No soy machista, pero no me pidas amabilidad cuando entras sin ser invitada. Meda tres golpes más y estoy en el piso con ella encima, se acerca - en las afuera de la frontera sur hay un bosque, dentro hay una casa. - Centro de mando de Benítez, pero nunca hemos encontrado las coordenadas. - Eso es porque necesita un cerebro como el nuestro para eso. - Que modesta. - no deja moverme, para ser mujer tiene fuerza. - Ahí está el hijo del gobernador prepare a su equipo de confianza, pero no haga algo estúpido y espere nuestras órdenes. - Dije que no soy bueno en eso. - Yo tampoco, pero si yo fuera usted lo haría porque si algo sale mal lo destrozó. - se acerca mucho más a mí y me susurra - que tenga buenas noches, detective. - Ese olor otra vez. - me mira sin entender. Me golpea - oye. En segundo está en la ventana - eso fue por tener la osadía de apuntarme. Se desaparece, me asomo y no hay nada todo está despejado. ¿Quién demonios es esta chica? ¿Por qué es tan familiar? Y ese olor tan... No Maison, debes dejar de creer que todas las mujeres con quien te tropieza es ella. Pero es tan familiar. En segundo la luz vuelve, astuta veo en la mesa de la cocina una carpeta, la abrí y están las coordenadas de la casa de Benítez en ese bosque. - Sí que son inteligentes los condenadas, ¿esto lo averiguaron solo en unas horas?. Llamo a Jeffrey. - Dios no nos acabamos de ver y dijiste que descansara ahora me llamas. - Sé dónde está, mañana apenas salga el sol quiero al equipo listo. -¿Cómo demonios lo sabes?. - Nada más lo sé. Cuelgo y empiezo a planear él rescaté para la primera hora nada como el elemento sorpresa. Gracias mujer irritante. Ahora sabrás por qué no trabajamos en equipo y porque soy el mejor. A ver quién termina obedeciendo órdenes insolente.
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