Pov Owen
No puedo dejar de pensar que ella me odia y ya no va a querer estar a mi lado, que la perdí, para siempre, ese era uno de mis más grandes miedos y el solo pensar en eso, me recuerda tantas cosas que no debería pensar lo sé, pero no puedo evitarlo.
Quieres contarme qué paso— me pregunta mi suegra preocupada— debe ser algo grande para que pase esto.
Ella cree que la engañé con mi ex y no es cierto, yo no hice nada— le digo dolido— ella me besó a mí, me tomo por sorpresa y, pero tarde en reaccionar.
Pero me habías dicho que esa chica no estaba aquí— Sasha se sorprende, yo estoy igual que ella— no se había ido.
Me doy vuelva para quedar boca arriba y poder hablar mejor.
Yo también lo creí así, yo estaba viendo un problema con un proveedor de la cafetería, parece que tiene problemas con el p**o, por un error bancario y yo debía ir. Cuando iba volviendo Verónica me llamo y voltee a ver, cuando de pronto la sentí encima de mí, me quede congelado, no entendía que pasaba, ella no me interesa Sasha te lo juro —más lágrimas salen de mis ojos— yo no entendía, yo le termine un día antes que se fuera. Lo juro —me siento desesperado— yo no quería, ella pensó que me interesaba ella no sé. No sé, no le preste atención a lo que dijo realmente.
Es muy complicado lo que paso, dale tiempo ella tiene que entrar en razón, Natasha es muy impulsiva y tiene un carácter fuerte— me dice tratando de entender todo— pero debe entrar en razón.
No, yo sé que la perdí, ella no va a perdonarme— digo dolido y resignado— sé que no lo hará, la perdí.
Sasha me jala para abrazarme y tratar de consolarme, pero nada me hará sentir bien, ya no, ella era mi luz, mi razón de ser, mi razón por luchar para estar mejor y sin ella que tengo nada, soy una gran nada.
Voy a traer el resto de ropa para que no esté tirada y a tratar de hacerla que abra la puerta— me dice triste y es que esto no es nada bueno, ella es su hija y debe ser imparcial— tranquilo mi niño esto no te hace bien, estás en recuperación aún.
Yo no digo nada, la verdad ahora no me importa nada, me siento hecho pedazos, una vez más roto. Mi hermana ya está bien, ella no me necesita, sinceramente nadie me necesita¿qué razón tengo para seguir luchando? Me quedo así hecho un puño en la cama sin ganas de nada, solo llorando por horas. Al llegar la noche alguien toca la puerta por qué le puse seguro, sé que no es ella y no quiero hablar con nadie, siguen tocando y ni escucho quién es, me desconecto de todo, ya nada me importa, no quiero comer, no quiero nada.
No sé a qué hora me quedo dormido y vienen otra vez esas pesadillas, no las entrañaba para nada.
Veo a Raquel parada frente a mí, riendo, se ríe de mí.
Te dije que te dejaría, nadie estaría tanto tiempo con un blandengue como tú— me dice Raquel burlándose de mí— eres un llorón, un estorbo.
Esta vez no me muevo, no tengo ánimos de nada, no quiero decir nada, no puedo decir lo contrario, todo lo que dijo es verdad, soy un estorbo.
No vas a decir nada —me abofetea y duele, ¿por qué duele es un sueño? Toco mi labio está roto, ¿por qué tengo sangre?— sabía que no tenías el valor que mostrabas, eres un inútil y nadie ama a los inútiles, por qué mejor no te mueres.
Mátame esta vez —habló por fin— no me voy a resistir, ya no tengo razones para luchar, hazlo.
No, ahora no, mejor disfruto viéndote sufrir en este nuevo infierno— me dice con alegría, se alegra de mi mal— no mereces ser feliz y no lo serás y yo te voy a ver ser infeliz y lo disfrutaré.
Por qué no me dejas de torturar y me haces el favor de eliminarme de una vez, veo que si puedes —cada vez que me da algún golpe siento el dolor, ella puede poner fin a todo— vamos hazlo, que esperas, ya no voy a poner resistencia, hazlo.
Ella empieza a desfigurarse como lo hace en otras ocasiones y esta vez no me da miedo, ya me da igual, estoy acostumbrado, ya no tengo ganas de sentir nada. Abro los brazos esperando que termine conmigo. Pero no lo hace, se sigue riendo de mí, estoy frustrado, no quiero seguir en esto, quiero que termine ya. Esa cosa se mete en mi cuerpo y me despierto agitado, pero sin miedo, esto no va a terminar nunca y eso cansa, ya estoy cansado. Empiezo a sentir otra vez ese dolor y opresión en el pecho y recuerdo lo que estoy viviendo y pensó que debo salir de aquí, esta es su casa y yo estoy arrimado y estorbándole. Fue mala idea vivir aquí con la familia de ella, yo tengo una casa, debo salir de aquí, me levanto aún es de noche y agarro mi ropa y las cosas que necesito, después vengo por lo demás, agarro las llaves del auto y salgo en silencio.
Bajo, hecho las cosas en la parte trasera del auto, subo a la habitación y agarro el resto de ropa y ya terminado de hacer todo, desde la par del auto veo la casa y principalmente la ventana del cuarto de ella. Me bajan lágrimas de dolor, la extrañaré, mañana o cuando pueda, cuando este preparado, tendré que ver como hago las vueltas para quitarle la obligación que tiene Vladímir conmigo y después voy a ver como hago con Sofía. Ahorita no puedo hacer mucho, me doy media vuelta y me monto al auto, llamo a Elaine y le digo que voy para ahí, espero no molestarla, pero ocupo salir de aquí.
Cuando llego bajo las cosas y Elaine está afuera esperándome, me ve y me abraza, yo solo sigo llorando, ya no tengo ganas de nada. Entramos y voy a una habitación que está desocupada, cierro la puerta y sigo llorando sin parar, ya no voy a dormir más, no quiero seguir soñando esas cosas. Me siento en la cama y me quedo viendo a la pared y pienso que definitivamente estoy salado, no puedo ser feliz y cuando estoy tratando de salir adelante y mi vida está en empezando a estar en orden, algo viene y arruina todo, no quiero ser más un estorbo para nadie, ni una carga, ya no más.