Soledad tomó un bolso con un poco de ropa, algo de dinero que tenía guardado y unas armas que tenía escondidas. Cristian pagaría caro lo que le había hecho a su amiga. Ya no le importaba que Diego la descubriera, no era la misma de antes, pero algo de Alicia quedaba dentro de sí misma. Se subió a su automóvil y condujo por toda la costanera hasta pasar Coloso, que era la última caleta de pescadores, al final de la ciudad. De ahí en adelante, solo había un camino de tierra que conducía a playas alejadas de todo. Se ocupó de que nadie la siguiera, era imposible que alguien lo hiciera, pues solo era un pequeño y estrecho camino. Llegó hasta una pequeña cabaña, era un lugar donde podría practicar tranquila. Dudaba de que Diego hubiese vuelto allí, era un lugar de ellos dos, donde se iban p