—Mira, ahí hay una tienda de biquinis. —Pasemos entonces. —miro de inmediato a ver si hay algo donde Jere se siente o va a estar incómodo adentro de la tienda mientras nos probamos la ropa. —Me siento acá a esperarlas. —apunta unas bancas que hay frente a la tienda. —Si, y aprovecha a ponerte al día en el trabajo que sé que has aguantado estas horas. —se ríe asintiendo. —Loca. —entramos al local y vamos a las biquinis y mayas. —Bien... Vamos a chequear que tenemos. —reviso varias y miro los talles para que no se sienta mal—. Mira, está tiene flequitos. —Esta re linda ¿podré probarme?. —Solo la parte de arriba. —¿Vamos?. —asiento felíz de que me quiera para aprobarla. —Llevate varias así te vas probando y no salimos y volvemos. —Dale. —de pasada veo una parecida a la que se lleva.