TRAVIS MILLER. Abro los ojos, me encuentro desorientado y no llevo ni cinco segundos despierto cuando la cabeza comienza a darme vueltas y vueltas. Tengo apenas unos flashbacks de lo que supongo fue una noche con demasiadas copas encima pero no recuerdo nada más. El olor a alcohol que estoy despidiendo me deja incluso más asqueado que antes. Trato de ponerme en pie, tengo el estómago revuelto y debo correr al baño para sacar de mi cuerpo todo el líquido que me indispone por completo. Me quito la ropa y entro en la ducha cuando termino. Enjabonándome el cuerpo recuerdo a la chica del bar, a Staycy y también tengo cierta idea de lo que sucedió con ella. No me siento un imbécil de repente por dejarla como lo hice sino por la razón por la que la dejé. Mi instinto de mierda me decía que