OLIVIA SLOAN —¡Pero qué maravilla encontrarla!—dice con una sonrisa. Tengo la posibilidad de detallarlo un poco más, de notar su mandíbula cuadrada recién afeitada y sus ojos grises, o como el gris ha comenzado a tomar cada uno de sus cabellos negros. Es un hombre de edad pero no se puede negar que tiene lo suyo. —Señor Shleby—lo saludo fijando mi vista en la mujer a su lado.—Supongo que usted ha de ser su esposa, la señora Shelby. La rubia agrandada rueda sus ojos saludándome de mala gana. —Supones bien—dice estrechándome la mano.—Y supongo que tú has de ser la puta de turno. Parpadeo sorprendida. Es increíble como una mujer que aparenta tener demasiada clase diga barbaridades como esa. —Señora Shelby, le presento a mi novia Olivia Sloan, titulada por la NYU, con un postgrado