-¿Tienes algún problema con ello?- arqueó la ceja- Te pagaré bien, siempre lo hago con todas. Tragué grueso preguntándome cuántas habría habido antes que yo. -No hay problema, señor- dije con una sonrisa fingida, recostó su pecho a el mío e instintivamente di un paso hacia atrás, pero me encontré sorprendida cuando choqué contra la pared. ¿Cómo habíamos avanzado tan rápidamente si hacía nada estábamos en el medio del agua? Su mano acarició mi clavícula mientras su boca viajaba a la mía. Le respondí el beso con temor, por supuesto que sí. No sabía qué esperar ni cómo avanzar. Recordé que tenía que esforzarme y fue cuando quise ser más juguetona pero quizás fue un error. Él sintió mi cambio y quizás pensó en que estaba lista para continuar, sentí sus manos sobre mis pechos encima del biki