-¡Jefe!¡Jefe! -maledizione- murmuró molestó y me sorprendió al dejar un beso sonoro en mi monte de Venus- No te atrevas a moverte- dijo mirándome amenazante y contuve la respiración-¿Qué pasa, Beto?- caminó a la puerta y abrió, sin inmutarse por ocultar su erección y pareciendo más preocupado de que su hombre pudiera verme a mi, impidió con su cuerpo totalmente que el tal Beto viera dentro de la habitación. -La spedizione di coca che abbiamo inviato in Spagna è arrivata sana e salva, aspettano il tuo ordine per essere spedita indietro- fruncí el ceño intentando recordar lo que había aprendido de italiano. “El cargamento de coca que mandamos a España llegó sano y salvo, esperan su orden para embarcar de vuelta” intenté seguir oyendo, seguramente a papá le interesaría mucho esa información