Elizabeth comenzó a tener duda, respecto, cómo sería realmente la vida de Germán, aún seguía enamorada, su corazón estaba dañado, la ausencia la atormentaba, una mañana lo llamó, le contesta una voz de mujer.
—Hola, ¿Me darías con Germán?
—En este momento él no se encuentra, está con su madre, qué está enferma. Elizabeth recuerda qué su padre también estuvo enfermo, lo lamentó mucho.
— Por favor, le puede decir qué necesito hablar con él, qué me urge
—Está bien.
—¿Te hago una pregunta?, ¿Tú quién eres?
—Soy la ama de llaves, qué lleva todo él control en esta casa.
— Ah muchas gracias, ¿Te puedo hacer otra pregunta?, Si no le molesta. ¿Germán está de novio? ¿Tiene una familia?
— Lo siento señorita, me limito a responder, está bien le digo qué lo llamó.
Elizabeth cansada de llamar a ese número o dejar un mensaje o una carita bonita, ni siquiera miraba sus mensajes, seguro tendría otra.
Elizabeth comenzó a dudar y mucho, llamó a Paula su amiga.
— Hola, amiga, ¿Te puedo hacer una pregunta? ¿Qué me aconsejas?, él no está interesado en mí, ni ve mis mensajes, ni mis llamados.
Paula, se quedó pensando, luego contestó.
—Lo mejor, sería qué lo olvidaras para siempre, si él no te valora, ¡Olvídalo! Elizabeth, siente su corazón morir,
—Paula, tienes razón; olvidarlo no será tan fácil, es tiempo de qué lo olvide y de volver a ser feliz, comenzar de nuevo.
Elizabeth, entró a su habitación, buscó su traje de baño, y se lo puso, se lanzó al agua qué estaba fría, después entró Danilo su hermano, estuvieron dos horas jugando, riendo de pronto Elizabeth sintió hambre se acercó hacia la cocina, estaba la cocinera le pidió un licuado de banana, levanto su celular, y otra vez miró la pantalla, entró al estado de Germán y nada le había enviado, otra carita ni siquiera le había visto él mensaje, comenzó a llorar seguía enamorada, la ausencia era tan grande, igual qué la de su padre, sentía un vacío enorme, tener qué estar con alguien y qué no le tome importancia, sería mejor estar sola.
Ella sonrió y se dijo a sí misma,
"Tienes qué vivir, ya basta de llorar". Ignacio, antes de despedirse le había dado él número,"Mejor lo llamo, me sentiré mejor con mi amigo qué estando sola". Elizabeth marcó él número de Ignacio la atendió, al instante.
— Hola querida amiga, ¿Cómo estás? sabes justo pensaba en ti, él otro día en la invitación de Paula, no pude ir no, fuimos al final...estaba cansada
— ¿Podríamos ir esta noche? ¿Qué te parece si llamo a Paula y le pregunto? —De acuerdo, si quedas con Paula en salir a pasear, me pasan a buscar. Elizabeth llama a Paula.
— Hola amiga, ¿Te parece si salimos los cuatro, con ignacio, lo llamé y él está de acuerdo en salir esta noche con nosotras, ¿Qué te parece?sabes volví a llamar a Germán; no contesta, me atendió la ama de llave, dice qué su madre está enferma, solo se qué él trabaja ahí en un despacho, qué hay una mujer qué siempre lo está mirando, eso es lo único qué sé, tengo muchas dudas.
Paula contestó:
—Magnífico, amiga le diré a Mauricio.