** Ella siente su amor perdido **

721 Words
Elizabeth está en casa de su madre, rodeada de amor de sus abuelos; Es un día de lluvia, su abuela le encanta preparar algo con harina, se le ocurrió unas tortas fritas. —Querida ¿Qué te pasa?¿Por qué estás tan triste? — Nada abuela. Elizabeth otra vez volvió a mirar la pantalla de su celular, no tuvo respuesta de Germán, una lágrima cayó sobre la pantalla, ella lo limpió se había dado cuenta qué lo había perdido para siempre, sentía un vacío extremo, no podía más ella lloró, luego secó sus lágrimas, y miró lo bonito de las cosas qué hay afuera, lo verde de la naturaleza, ¿Cómo era posible?, estar llorando por un hombre, luego entró a la cocina, vió su abuela qué estaba amasando, aunque era una familia adinerada a su abuela le gustaba hacer todo lo qué era, pastas. Elizabeth, le pidió a su chofer qué la llevara a algún lugar, estaba triste aunque era lluvioso él día, su abuela le pidió qué no se fuera qué ya estarían las tortas fritas, a Elizabeth se le ocurrió pasar a buscar a Paula, primero marcó su número telefónico Paola estaba dibujando, salió afuera. —Vamos amiga a dar una vuelta. El corazón de Elizabeth, no soportaba más tanta angustia, él chofer se detuvo en un lugar bonito y las dejó a ellas, se sentaron en un banquito, mientras miraban los niños qué jugaban en los columpios, en los juegos. — ¡Amiga estoy tan triste!, ¡Lo perdí para siempre a Germán!, me ilusioné y enamoré de una forma qué nunca pensé hacerlo, siempre te pido consejos. — Te dije ¡olvídalo! — Está bien; no puedo olvidarlo él se encuentra en España con su madre. — Estoy segura qué ese tipo tiene otra familia, es un hombre grande para ti. —No me importa si es un hombre grande, lo amo me entregaría él, le daría un hijo para atraparlo. —¡ Estás loca! arruinas tú vida y carrera, ni lo pienses y sueñes, vamos amiga arriba el ánimo, quizás él no sea tú destino, Ignacio es tan bueno. —Por Ignacio no siento nada, no lo amo, sé que él me ama. Lo lindo qué es él, lo trabajador; mi corazón sufre por Germán. Elizabeth comenzó a llorar una y otra vez . —Basta amiga, tu corazón se va a secar tanto a llorar. Luego sonrieron, comenzaron a jugar eran dos niñas adolescentes. — Te voy a extrañar mucho amiga — acotó Paula. — Está bien, te haré caso en este mismo momento. Elizabeth bloquea al número de Germán, lo saca de su celular, la rodea el miedo y él dolor. — Ya nunca más sabré nada de él, ni lo volveré a llamar, lo olvidaré para siempre, era un bueno para nada. Elizabeth, comenzó a lanzar palabras groseras en contra de Germán, era un extraño para ella, no sabía qué estaba pasando, era curiosidad y sorpresa la vida de Germán, muchas veces se preguntó ¿Dónde estará?¿Qué estará haciendo?. Elizabeth debía continuar, con más fuerza, tenía una familia hermosa, sus abuelos, sus hermanos, una amiga buena, ¡Qué más podía pedir! estudiaba, algo qué se le hacía fácil sus padres la habían puesto, en la mejor facultad de Nueva York, lo tenía todo menos él amor de Germán. Elizabeth volvió otra vez a casa, le pidió a su chofer qué dejara a Paula, luego llegó a casa entró a su habitación, estaba tan triste y desilusionada, de pronto sonó él teléfono celular era Germán. —¡ Amor apareciste! ¡Cuánto me alegro!, había bloqueado tu número ¿Dónde estás? — Hola corazón mío, he estado muy ocupado, con mi madre ella está enferma, necesita qué la cuide. — ¿Porqué no contestabas mis mensajes? —No tenía tiempo vida, perdóname te tengo en mi corazón. —Sabes qué bloqueé tú número, ¿Me lo podrías volver a dar por favor?creí qué todo, había terminado entre nosotros, hasta incluso tuve dudas respecto a ti, tenemos qué charlar ahora entiendes, he estado muy mal y estoy enojada contigo dime la verdad ¿Tú me quieres a mí o no? Germán le dijo: —Mi numero queda registrado, Te amo con todo mi corazón. Elizabeth quedó confundida de la cabeza pero feliz.
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