Tu Ausencia me atormenta

** La unión hace la fuerza **

El alquiler qué debía pagar era demasiado, caro Elizabeth tendría para abarcar solo tres meses, después no tendría idea lo qué haría, ella llamó a Paula su amiga.

—Hola amiga, ya fuí mamá soltera, él idiota de Germán, me abandonó se casó con otra, tan solo me uso, ahora lo qué siento hacia él es desprecio, otra cosa no siento, desearía qué lo tragara la tierra, Ignacio estuvo aquí, fué él qué me ayudó, solo tengo para cubrir los gastos del alquiler por solo tres meses, mi madre me envía dinero para los libros y la comida, él cuarto ella sabía qué era gratis, me encuentro viviendo con mi bebé.

—Amiga, qué lindo desearía estar allí; para ayudarte, te enviaré algo de dinero, qué tengo ahorrado, te servirá para dos meses más, hasta qué veamos cómo hacemos, por ahora nuestros padres lo dan todo por nosotras mientras estudiemos, admiro tu fuerza amiga, sigue adelante, por favor envíame Tú número así te envío él dinero, te quiero .

Elizabeth tenía buenas amistades, una mañana apareció Inés con una cantidad enorme de pañales, ropa de bebé, sola jamás, podría haber seguido adelante.

Ignacio regresó a su país le giraba dinero, él bebé de Elizabeth habría cumplido los tres meses, una mañana la niñera se tomó él día, él bebé quedó con Elizabeth, ella paseaba por él parque del frente dónde tenía él despacho Germán.

Elizabeth se agachó para pasar al bebé, él sonajero, se levantó y sintió qué alguien la observaba, había sido Germán qué tenía, vista desde la ventana, dónde estaba su despacho.

Ella siguió adelante, sin tener siquiera qué rendir cuenta a nadie.

Paula le envío dinero para dos meses más, era un día sábado Elizabeth debía sacar dos materias para pasar a tercer año de ingeniería química, Elizabeth le pidió a su niñera qué se quedará con su bebé, estubo durante diez días, estudiando día y noche, ella tomaba un energizante para mantenerse en pie," Cuándo esté al nivel tuyo, no sabes lo qué te espera, te costará, caro qué te hallas reído de mí, deja qué estudié y me ponga fuerte, no desearas haber nacido jaja."

Elizabeth había adelgazado mucho, lo qué le daba al bebé de mamar y mantenerse despierta tanto tiempo para poder sacar las dos materias de ese año.

Elizabeth una mujer, llena de alegría, se sentía llena, su bebé era lo más importante, debía estudiar mucho después seguro le devolvería los favores a sus amistades.

Le tocaba sacar las dos materias justo él mismo día, ella confío en Dios le pidió qué le ayudará, tomó al bebé en sus brazos, "Chiquito mío debo rendir bien estás materias, así podremos salir de esta".

Elizabeth esa misma mañana, antes de rendir las dos materias llamó a su madre, tubo una idea genial, sabía qué talvez resultaría.

—Madre, dame tu bendición, si saco estás dos materias qué me quedan paso al tercer año.

—Hija, para mí es un orgullo tener una hija tan aplicada.

—Madre lo lograré, estudié mucho para eso, quiero llegar a ser más que un juez.

—Hija te refieres a Germán.

—Madre, a ese tipo lo odio, es una mala persona.

—Hija aller cuándo estube en las plantaciones qué dejó tú padre, pensaba qué te podría regalar si sacas esas dos materias.¿Hija qué deseas qué te regale?

—Madre, ¿Qué puede ser, algo grande o pequeño?

—Lo qué tú quieras mi niña hermosa.

—Madre, lo qué tú quieras darme estará bien.

Elizabeth pensó en su bebé, " Ojalá sea algo grande para mi bebé."

—Hija, te daré una suma de dinero importante, si sacas esas dos materias, así podrás organizar una gran fiesta con tus compañeras.

—Está bien madre, ya me tengo qué ir a rendir, te quiero madre.

Elizabeth antes de entrar a rendir, mojó su cabello tenía calor, estaba nerviosa.

Elizabeth estuvo hasta casi, las 14 horas rindiendo, después debía esperar toda la tarde, aquel resultado, fué a ver a su bebé, le dió de mamar.

" vida mía Mamá deberé rendir bien" así la abuela nos dará dinero, eso será solo para ti, te compraré ropita."

Elizabeth era la hija consentida de sus padres, siempre le habían dicho a todo qué si, menos si estaba con un tipo cómo Germán.