Elizabeth rindió las dos materias ese día viernes.Le dieron él resultado, qué esperaba ansiosa.
—Señorita Elizabeth....su resultado, usted aprobó las dos materias.
La alegría era inmensa caminó unas
cuantas cuadras hasta llegar a casa estaba Mirian, la niñera, quien cuidaba a su bebé. Elizabeth lo toma en brazos a su hijo, llora de alegría y de emoción " "Bebito mío al fin saqué las dos materias, pasó al tercer año". Elizabeth llama a su madre está emocionada.
— Hola, mamá ¿Cómo estás? Soy yo tu hija adorada, saqué las dos materias, ya estoy en tercer año, no lo puedo creer .
—¡Felicitaciones hija! más tarde o mañana te envío él dinero para qué hagas una gran fiesta con tus compañeras, cómo te lo había prometido, además tengo un regalo para ti, cuándo vengas te compré unos vestidos preciosos, !Te amo hija!
al día siguiente, Elizabeth recibe él dinero qué su madre, le envía, estaba feliz podía tener para 6 meses más para él alquiler, fueron pasando los meses, él bebé ya tenía 8 meses de vida.
Elizabeth acostumbraba a viajar todos los años, para la fiestas no viajó ese año por su bebé.
Germán vivía en España con su mujer Laura, no podía tener hijos.
Una mañana Elizabeth pasó con su bebé en un carrito, él la miró por la ventana no lo podía creer, lo hermoso qué estaba su hijo, no se había hecho cargo, bajó desde él primer piso hacia la cafetería, trató de alcanzarla luego se arrepintió, a Elizabeth le pareció verlo después pensó qué era idea de ella.
Elizabeth, estaba decidida a confesar a su madre él secreto, sabía qué no le iba a seguir ayudando con los ingresos, si se enteraba qué tenía un hijo, decidió callar, se le estaba complicando, bastante, decidió perder él orgullo, ya no tenía dinero. Entró por la cafetería hacia el primer piso, al despacho qué estaba Germán, aquel hombre cínico de mirada fría, calculadora qué había sido padre y ni siquiera se hizo cargo, de corazón duro sin amor alguno. Ella entró había una secretaria con él.
— hola ¿Puedo pasar?
—Si entra toma asiento, ¿Qué te trae por acá?
—Vengo, a qué me des trabajo por medio día, así puedo terminar mi carrera, o pagues la mantención de tu hijo, sino tu mujer puede enterarse y será peor para ti, solo me quedan dos años para terminar mi carrera, he tenido qué perder mi orgullo, aunque sea para limpiar, no lo hago por mi sino por mi hijo, sino, pediré la prueba de paternidad, piensa lo, ¿No querrás qué se entere tú mujer?
Germán, se da cuenta qué Elizabeth está dispuesta a dar todo por su hijo.