Padre Gael Moya — ¿Crees que le guste? – señala un vestido turquesa con flores de loto bordadas en ella. — Combina con sus ojos ¿No crees?. — No sé de esas cosas, madre – bufo cansado. —Tu la conoces mejor que yo. Deberías saber lo que le gusta y qué no. —¿Sabés que tienes razón? — chasquea la lengua hacia otro vestido pero mucho más recatado que el anterior. — A ella le encantan las artesanías así que este que está tejido a mano le gustará. Y obvio tiene razón. Definitivamente veo a Danna dentro de ese vestido azul que parece haber sido tejido por una diosa por la belleza y la complejidad de sus relieves. —Me llevaré este – indica a la vendedora y mi corazón rápidamente se siente aliviado al escuchar esas palabras. Hemos pasado todo el día recorriendo tiendas y tiendas y más tienda