Prohibida

Ella es la tentación personificada en curvas perfectas. Su cuerpo es una fuente de infinito placer. Placer al que me hundo sin resistencia. Placer que me aprisiona, me tortura, me taladra, me consume sin compasión. Su fuego me quema y devora a niveles que nunca antes había experimentado. Placeres a los que antes me negaba y fuego del que había decidido huir. Mi sotana nos nos detuvo. Tampoco su anillo en el dedo. Mis determinaciones fueron derribadas por ella, por Danna. Su cuerpo y mi cuerpo se declararon una guerra silenciosa del que era imposible salir ileso. Traicione mis votos, mis costumbres, mis convicciones por beber de su elixir. Me convertí en fans de sus gemidos y fanático del deporte piel a piel al que me sometía cada vez que le daba la gana. Bebí de sus jugos hasta saciarme de ella y volverme adicto. Adoré cada centímetro de su piel con ese sabor extra de lo prohibido. Me volvió loco, tanto que olvidé que era la mujer de mi hermano. Sus ojos celestes derribaron mis defensas y se apoderó por completo de mi voluntad. Danna me enseñó que nadie puede contra su destino. Que la mejor forma de librarse de la tentación es caer en ella por completo... Y eso hice.