Capitulo 5: Primer visita a la dirección

2337 Words
P.O.V. HENRY Bien, aquí estoy en la oficina del director por primera vez. No, no me he peleado con nadie. Simplemente no me dio la gana de entrar a la clase de historia de la profesora Jenkins y decidí salir de la escuela. Acaban de llamar a mamá y viene de camino. Suspiro lentamente. Se que no me la voy a acabar llegando a casa. Nunca habían tenido problemas conmigo, pero a veces me fastidio de cosas que creo innecesarias. ¿De qué me servirá saber en qué año y como se llamaba el primer libertador de América del norte? A menos que pensara en ser otro aburrido profesor de historia me sería útil. Pero no, yo quiero ser ingeniero mecánico o algo así. ____ — Mamá…¿Sigues enfadada? Estamos en el auto rumbo a casa, mi madre de vez en cuando me echa una mirada por el retrovisor. — Richard Henry, jamás habías hecho esto. No te entiendo hijo,tienes buenas notas, eres excelente alumno, eres bueno en deportes y de pronto de la nada se te ocurre brincar una clase solo porque sientes que la historia no te va a servir de nada en la vida…¿De verdad Henry? ¿Esa es tu justificación? Más que molesta, estoy decepcionada hijo. Espera a que llegue tu padre, todavía te toca una larga charla con él.— Bufé un poco molesto, si mamá estaba enfadada y seguro me castigaría mandandome a dormir temprano, sin teléfono ni consola de videojuegos, papá era capaz de ponerme a hacer trabajos forzosos. _____ A la tarde, cuando papá llegó, estaba tranquilo, pero con solo ver la tensión que había entre mamá y yo, su expresión cambió radicalmente. — Ven acá jovencito. ¿Qué sucede?— Su voz era grave y enojada Tragué saliva y caminé hacia él lentamente. Papá me daba miedo enojado y no porque me pegara o algo así, si no porque yo lo admiraba mucho y no quería decepcionarlo, aunque esta vez...he hecho justo lo contrario. — ¿Y bien?— Mee preguntó una vez teniendome de frente, tenía el ceño fruncido y los brazos cruzados — Yo ...lo lamento papá. No quería estar en esa aburrida clase de historia y decidí saltarme la clase. Antes de poder salir de la escuela, ya estaban llamando a mamá.— Agaché la cabeza después de mi confesión. No tenía agallas para mirar a papá a los ojos. — ¿Y tú crees que hiciste lo correcto?¿Crees que tu madre o yo estaríamos donde estamos si nos hubiéramos saltado las clases que nos disgustan? La vida no es así Henry. Por mucho que haya cosas que quisiéramos saltarnos de la vida por desagradables que estas sean, debemos pasarlas y saber afrontarlas. Eso es lo que nos ayuda a madurar y crecer. ¿Quién te ha metido esas ideas en la cabeza? tú no eras así. ¿es acaso ese amigo tuyo?¿ O es acaso esa niña pelirroja? — No papá. Esto no tiene nada que ver ni con Steven ni con Melissa. Esto lo decidí yo solo. — ¿Y se puede saber porque de pronto decidiste que hoy era el día perfecto para no entrar a esa clase? — Porque esa clase es aburrida. La profesora ya está muy vieja y habla tan pausadamente que desespera, su mano temblorosa ya ni puede escribir bien en el pizarrón. — Tienes que aprender a ser tolerante con las personas Henry.— Esta vez era mi madre quien respondía— No tienes ni idea de lo que es la universidad. La mayoría de profesores son como la señora Jenkins y uno debe poner todo de su parte para aprender, porque se supone que para eso estás estudiando. — ¿Te gusta estar en el equipo de fútbol?— Preguntó de pronto mi padre — Si, me gusta. — ¿Y cómo crees que esto afecte a tu estadía en el equipo?, recuerda que para estar en el equipo de cualquier deporte, es requisito tener buenas calificaciones. Apuesto a que ni siquiera pensaste en eso.— Respondía mi padre aun cruzado de brazos. — No, no lo había pensado.— Respondí casi en un susurro sin levantar la cabeza. — Estás castigado Henry. No saldrás por las tardes ni fines de semana con tus amigos, tampoco usarás la consola hasta que yo diga, y el celular se te recogerá a las 9 de la noche. Sin protestar.— Estaba acabado. Habían matado toda la diversión. ¿que se supone que haré en fin de semana si no podré jugar con la consola ni salir con mis amigos? Y como si hubieran leído mis pensamientos, mi madre habló. — Para que no te aburras el fin de semana, tu y Molly se ayudarán mutuamente con sus deberes. Justo hoy tu tía Alexa me dijo que a ella tampoco le está yendo muy bien en la escuela. Pero al menos ella no se salta las clases ... .y adivina..a ella le va muy bien en la clase de historia. ¡Genial! ¿El destino puede odiarme un poco más? cada cosa que intento hacer para alejarme de Molly termina acercándome más a ella. _____ — Henry, ¿Vendrás a mi casa este fin de semana?— Preguntaba Steven abrazándome por los hombros, como hacemos cada mañana camino a la escuela — Lo siento Stev, no puedo. Mis padres me castigaron. — ¿Castigarte?¿Qué hiciste?— Preguntó Melissa con voz acusadora, mientras me miraba con los ojos achinados. — Estaba aburrido de la clase de la señora Jenkins y me salí no sólo de clase si no de la escuela...bueno, me detuvieron en la puerta.— Dije avergonzado mientras me agarraba el cabello con nerviosismo — ¡Eres un grandisimo tonto!— Respondió molesta Melisa mientras me daba un puñetazo en el brazo izquierdo. — Auch. Eres muy violenta— Respondí Estaba muy enojada conmigo y no entendía porque. Sé que a veces hacemos planes de fin de semana, pero no pensé que fuera para tanto. Salió caminando rápido, con las manos empuñadas a sus costados, dejándonos a Steven y a mí solos. — ¿Y ahora que bicho le pico?— Dije contrariado Steven negó con la cabeza mientras suspiraba y me daba palmadas en la espalda. — Viejo, le gustas a mi prima. Este sábado es su cumpleaños y pensaba confesarse..ahora has arruinado sus planes.— Dijo Steven con mucha calma mientras yo me quedaba allí congelado. ¡Mierda! ¿Qué he hecho? he cavado mi propia tumba...ni aunque le ruegue a papá, no me dejará ir a la fiesta de Melisa. ____ El día estuvo tranquilo, excepto en la clase de la señora Jenkins que me miraba fijamente con sus ojos achinados detrás de sus enormes gafas. Me escudriñaba tratando de saber si huiría de su clase nuevamente. Toda la maldita clase tuvo su mirada clavada en mí, lo que fue bastante agotador como perturbador. A la hora del almuerzo Steven fue el único que me acompañó, Melisa se sentó aparte con otras chicas con las que comparte otras clases. Entonces, habiendo un espacio vacío en nuestra mesa, una chica se sentó. No la había visto al principio, así que no me había percatado que se trataba de Molly. — Vaya, así que tu amiga la zanahoria está enojada contigo por saltarte la clase de Jenkins, ¿he?— Su tono era burlón — No vengas a molestar Molly. — Huy, que genio ...se nota que te importa más tu amiguita que yo. — Eres mi sobrina y por consiguiente te debo aguantar, pero realmente eres peor que un grano en el culo Molly Elizabeth Johnson.— Le respondí de forma fría Ella arrugó la frente, mientras se le cristalizaron los ojos, pero no lloró. Apretó los labios y agarró fuertemente la charola con su almuerzo y se paró de golpe yéndose en otra dirección. — Wow, ¿qué ha sido eso?— Preguntó Steven. — Molly detesta su segundo nombre, se lo pusieron por su abuela materna. Pero desde chica, ella siempre ha dicho que no se siente como una Elizabeth. Créeme, le dolió más que le dijera su segundo nombre a que la comparara con un grano en el trasero. — Siempre he pensado que Molly es extraña, incluso si no fuera tu sobrina, juraría que le gustas de otra manera.— Se atrevió a confesar Steven justo cuando le daba un sorbo a mi jugo, causando que me estuviera ahogando. — Hey, viejo. No te lo tomes a mal. fue solo un comentario.— Decía Steven apenado por casi ser responsable de mi muerte por broncoaspiración. — No digas esas cosas Steven..no aquí. Sabes que cualquiera puede oír y podría armar un mega chisme.— Lo regañé — Tienes razón. Lo siento— Susurró _____ El día transcurrió sin más imprevistos, al fin era viernes...aunque no debía emocionarme por ello. Estaría castigado y me obligarían a pasar mi fin de semana con Molly. Cuya relación con ella estaba cada vez más tensa. ¿En qué momento terminamos odiándonos? Bueno, no estaba seguro de que ella me odiara, simplemente estaba celosa de Melisa, pero yo..¿La odio? caminaba con Steven de regreso a casa, esta vez Melisa decidió no venir con nosotros. Definitivamente estaba muy molesta conmigo. — Oye Stev, ¿Puedo preguntarte algo? — ¿Qué cosa? — Digamos que ...supongamos que hipotéticamente Melisa y tú son primos… — Eso no es de suposiciones, somos primos. — Si lo se— Dije rodando los ojos— Me refiero a que, qué pasaría si te enamorarás de ella y ella de tí. Al escuchar esto, Steven se paró en seco y me miró con los ojos abiertos como platos. — Oh por dios Henry...dime que no son ciertos los rumores.— Dijo con voz de sorpresa y consternación, lo cual a mi me dejaron más estupefacto que a él mismo. — ¿Qué rumores?— Pregunté con nerviosismo en mi voz — Hay ciertos rumores en la escuela que dicen que realmente Molly no es nada tuyo, familiarmente hablando y que ustedes se gustan, pero que no están juntos por guardar las apariencias de que son familia y que esa tensión ha crecido con el tiempo. — Tu conoces a mi familia Stev, sabes que si somos familia. — Entonces…¿Aún así es verdad? ¿Te gusta tu sobrina?— La voz de Steven era seria y su mirada estaba oscurecida. Trague en seco, no sabía qué responder...mi respuesta podría poner fin a nuestra amistad. — No ...no lo sé, de acuerdo. Todo comenzó aquella vez Stev...en cuarto año. ¿Lo recuerdas? — ¿En cuarto grado?— Frunció el ceño y ladeó la cabeza, tratando de recordar a qué me refería, pero parecía no pillarlo. — El beso de todos contra todos después de jugar a la boda, la mamá y el papá.¿Ya recordaste? — Ah…¿Te referías a eso?, ¿En serio ahí comenzó todo?— La voz de Steven era una mezcla entre curiosidad y preocupación. Asentí con la cabeza — ¿Y qué hay de mi prima?¿Ella te gusta? — Si, me gusta, pero..Molly me asfixia, me cela y me reclama como si fuera de su propiedad. — Molly está mal. Creo que deberías decirle a tus padres Henry. Antes de que las cosas se descontrolen y vayan a suceder otras cosas…¿Me entiendes? — Si…¿Sabes?, hace mucho quería poder hablar contigo sobre esto. Pero tenía miedo de que dejaras de ser mi amigo por esto.— Confesé. — No dejas de ser mi amigo. Eso sí, si lastimas a mi prima, es otra historia. — No es mi intención lastimarla, es solo que...me siento acorralado por Molly. — Descuida. Encontraremos la manera de que esto termine.-Decía Steven palmeando mi espalda Sentí que un gran peso de encima me fue quitado. Siempre tuve miedo a ser juzgado y rechazado por Steven, sin embargo, él lo tomó de buena manera. — Stev, no respondiste mi pregunta. — ¿Te refieres a que pasaría si Mel y yo…?— Me sonrió— Ambos estamos seguros que jamás nos veremos de esa forma.— Contestó Me despedí de Steven y caminé a casa. Al llegar, fijé mi vista hacia el comedor y lo primero que noté fue una larga cabellera rubia. Respiré profundamente y terminé de entrar en casa. — Qué bueno que llegaste Henry. Molly se quedará en casa esta noche para acompañarte. Tus tías, papá y yo, debemos salir de emergencia. Al parecer necesitan a todos los profesores para una especie de huelga de la universidad y debemos plantarnos en el capitolio en Washington D.C. Tu castigo está levantado parcialmente, lo que significa que puedes desvelarte, jugar con tu celular y la consola, solo este fin de semana, pero no podrás visitar ni a Stev ni Melissa. — Mamá eso es injusto. Te juro que prefiero mil veces no usar mi teléfono, consola ni el televisor todo el fin de semana, con tal de ver a Mel y Steven. Por favor— Supliqué a mi mamá mañana es el cumpleaños de Melissa, y está molesta conmigo porque no asistiré a su fiesta. Mi madre parecía pensarlo y entonces Molly habló. — Tía Nella... déjelo ir a la fiesta, después de todo son sus amigos. Será solo un rato. Prometo que a las 8 estaremos de vuelta.— Decía con voz melosa y sus enormes ojos azules suplicantes — Esperaré a que venga tu tío Richard y lo comentaré con él— Respondió mamá mientras daba vuelta y salía de mi campo de visión. — Gracias por la ayuda Molly, aunque estoy seguro que esto no lo haces desinteresadamente— Respondí — Tienes razón. Pero primero veamos si te dan el permiso para ir con la zanahoria y el pecoso. Entonces ya veremos de qué manera me pagaras— Dijo con una sonrisa maliciosa
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