prologo
P.O.V. HENRY
Me gusta mucho dibujar y tocar la guitarra.
Mis padres son buenas personas, los amo. Aunque se que a veces no soy un buen hijo.
Admito que soy un poco rebelde, pero al menos no fumo, no bebo ni consumo drogas.
Ese tipo de cosas no van conmigo.
Pero si he faltado a algunas clases cuando no se me da la gana asistir, lo que ocasiona que a veces manden a llamar a mis padres.
No soy tan mal estudiante, pero acepto que podría irme mejor.
Y si algo me molesta mas que nada en el mundo, es que me comparen con Molly.
Molly es mi sobrina, según dicen.
Jamás conocimos a su papá, según la tía Alexa, el papá de Molly estuvo casado con la tía Sam, pero se divorciaron cuando mi tía se declaró abiertamente homosexual.
¿Quién soy yo para juzgar?
El papá de Molly, era sobrino de mi papá, lo que convierte a Molly en mi sobrina, aunque más bien es como mi prima.
Que me diga "tío" teniendo la misma edad es bastante raro.
Hasta donde sabemos, su papá hizo cosas malas y fue a la cárcel y ahí lo mataron.
A nadie en la familia le gusta hablar de eso. Y a mi no me importa, mas si fue un tipo malo.
Molly hoy cumple sus dulces 16, así que vine un momento a tomar aire a la colina, mientras le hago un dibujo y le doy los últimos detalles a una canción que escribí para ella.
— ¿Qué haces Henry?— Sonó su voz detrás de mí
— Estoy terminando tu sorpresa. Así que vete.
— Pero quiero verlo. Además, de todos modos vas a dármelo.
— Pero si te lo enseño ahora, ya no será sorpresa.— Rodé los ojos
— Porfavor.— Decía con su vocecita chillona
— No insistas Molly, o si no. No te daré nada.
Ella hizo un puchero y tomó mi guitarra y salió corriendo rumbo a la casita del árbol donde solíamos jugar de niños. Ahora apenas y cabíamos en él.
Era buena en deportes, su fuerte era la carrera de relevos, así que me ganó.
Cuando yo llegué y subí a la casa del árbol, estaba agitado y me costaba tomar aire y ella estaba sentada en un banquito tranquilamente, mirándome con una sonrisa triunfal en el rostro.
— Bien, tu ganas.— Le dije
Ella se paró de donde estaba y vino hacia mí.
Conocía esa forma suya de caminar. Significaba peligro.
Se sentó arriba de mis piernas a horcajadas y rodeo mi cuello con sus brazos.
— Ya sabes lo que quiero Henry.
— No Molly. Sabes que no está bien. Somos familia.
-Pero yo te quiero a ti.
— También te quiero. Pero esto está mal. Eres mi sobrina.
— Shhh. Por favor Henry. Solo una vez.
— No podemos. Si lo hago una vez, no voy a querer detenerme. Estaremos haciendo algo verdaderamente abominable.
— Pequemos juntos.— Dicho esto, Molly acercó sus labios a los míos y nos fundimos en un beso.
No era la primera vez que nos besábamos, lo habíamos hecho desde la primaria a escondidas, pero no fue hasta entrar a secundaria que me di cuenta de que esto estaba mal.
¿Que pensarían nuestros padres sobre nuestro incesto?