—Adam, es a ti a quien he estado buscando —El hombre de inmediato entendió la razón por la cual su ex cuñado le buscaba.
Puedes huir, puedes correr pero jamás podrás ocultarte como para que no te encuentre.
Jane posó su mirada sobre su ex y luego sobre su esposo.
—¿Qué tienes que hablar tú con Adam?
—Te negociaremos como a una vaca —Dijo en tono de broma y Jane rodó los ojos.
—¿Desde cuándo ustedes dos se hablan si quiera?
—Somos cuñados o no recuerdas Jane —La mujer asintió y fingió una sonrisa.
—¿Es sobre la casa?
—Sí, entre otras cosas. —Dijo Adam y Dereck asintió.
—Mamá, mira lo que Adam me compró, muchos lentes de sol, y a ti también Ada. —Dijo Serena y vació la bolsa.
Las pequeñas se repartieron los lentes y se los probaron, mientras se sacaban fotos con la cámara, Jane intentó prestarles atención pero el que esos dos estuvieran encerrados hablando... le parecía lo más incómodo y raro en la vida.
—Ya tenemos la fogata —Dijo Alan. —¿llegó Adam?
—Sí, está hablando con Derek.
—Já, tus dos amores hablando —se burló Jade y Jane y Alan negaron con la cabeza.
—Bueno, aunque es probable que sí seas el tema de conversación —Dijo Alan y ella se puso en pie.
—Necesito a mis hijos Jane —Todos se voltearon para ver a Daniell.
—¿Qué? Tus hijos están bien conmigo, llévate a mi esposo y déjanos en paz.
Karl se acercó a su madre e intentó calmarle, se veía agitada y desalineada
—¡Adam! ¡Adam! —El hombre escuchó los gritos de Daniell y entendió que la tormenta que Derek vaticinaba era un maldito huracán, todo por lo que había peleado los últimos años se estaba viniendo abajo. —¡Luthor!
Adam salió y le vio en el marco de la puerta de su nueva casa, su ex esposa la número cuatro, su adorable amiga de toda la vida, no contaba con un espacio de su vida en el que ella no estuviera, podía recordar que ella estuvo en su primer boda, de pie al lado de su esposa, luego se presentó en el bautismo de su tercer hijo, es la madre de sus gemelos y es la misma amiga que insistió en que siguiera a Jane sin importar las habladurías, aquella mujer desalineada bajo el marco de la puerta era la misma que se había enfrentado a tres divorcios junto a él, le tomó la mano en muchas borracheras, le llevó a internar a su padre en alcohólicos anónimos y cuando estuvo al borde de la muerte le arrastró hacia los mejores médicos; Daniel era su media naranja, la mitad de su vida representada ante sus ojosen una sola persona.
—Adam, no dejaré a mis hijos contigo ni con ella, sabes que no lo hago por molestar, los tres nos vamos.
—¡Después de una vida juntos...! ¿Me dejas? Daniell, ¡te necesito! Si te vas me hunde.
— Adrian y Patrick tienen a los Betancur, son adultos,. Drake tiene a Allan, Zack tiene una madre, Ada y Serena tienen a Jane, ¡los gemelos no pueden perdernos a los dos!
— No armes un escándalo, vamos a hablar.
— Adam, Adam, necesito ser la mamá de estos niños una vez, ahora es el momento, necesito llevarles lejos.
— ¿De qué está hablando? —preguntó Kyle.
— Cielo, recoge tus cosas, nos vamos y tú también Karl.
— No, ¿por qué?
— Daniell, eres la única que sabe la verdad, siempre has estado, nadie creería que es mentira sin ti, quédate.
— Adam, ella me amenazó. Adam, tienes que sacar a tus hijos del país, es lo mejor que puedes hacer.
— ¿¿¡En qué estás metido??! —Gritó Jane molesta.
— La familia está reunida.
La peor pesadilla de Daniell, la esposa número tres y la sombra de la primera señora Luthor.
Jane era la que más se parecía a la esposa número uno; en personalidad, apariencia y carisma, a Daniell aquello siempre le pareció siniestro de igual manera, Adriana jamás dejaría que Daniell se olvidara que era la esposa sobra, (la última opción), la esposa de en medio; puesto que, había un matrimonio bueno, uno malo, un casamiento (que era como se veía su vida con Adam), una esposa ruin y finalmente un excelente matrimonio, (o una buena oportunidad). , estaba aún más abajo que ella, porque a Adam le tomó una esposa y una enorme borrachera acercarse a ella.
Daniell jamás había sido suficiente para él, Daniell era la mejor amiga de la esposa número uno, la misma que les ayudó a elegir camas, cunas, cortinas, coches, la mejor amiga del matrimonio Luthor Betancurt, ella incluso tenía una habitación en aquella casa, para que pasaran tiempo con ella, los inseparables mejores amigos, ella fue la primera en ver al guapo Adam Luthor, la primera en hablarle durante el primer receso del primer día como estudiantes de colegio, el cabello despeinado rubio y aquellos ojos azules, llevaba la corbata mal anudada y las faldas por fuera mientras que ella llevaba una falda corta y la camisa arrugada.
—¿Qué hace el semental de Westborn en dirección?
—Sacando cita con la más difícil de Westbornhigh —Respondió Adam y le besó los nudillos.
—Me parece fascinante.
—¿Qué pasó con tu blusa?
—Un idiota la arrugó.
—Me encantaría alisarla para ti—Dijo y besó la mejilla de la joven.
La puerta de la oficina se abrió y los dos miraron con una sonrisa socarrona a la directora.
—Pasen —Dijo La directora y Luthor como el caballero que le encantaba ser, les dejó pasar primero.
Dentro de la oficina, la directora les regañó por vestir mal el uniforme y su hostil comportamiento hacia cada una de las reglas de la institución, los dos le escucharon algunas partes y regatearon cuando fue necesario, finalmente soltó la bomba.
—Llevarán tutorías.
—Ay, profesora, yo heredaré el dinero de mis padres y Adam varios viñedos, ¿Por qué cree que nos envían aquí? Es solo para aparentar, tendré un esposo del cual la mayoría se interese y Adam... a él, le casará con una educada mujer a la que le serán constantemente infiel.
—No me interesa, no me importa si ese es su destino, seguirán aquí mis reglas y recibirán tutoría, una sola queja por parte de Adriana Betancourt y los expulso a ambos.
—Bien —Dijo Daniell y tomó a Adam de la corbata, los dos salieron y él molesto le dijo que se detuviera.
—¡¡¡Te drogas!!! Adriana es la mejor de la generación, lo arruinará todo.
—Coquetéale, enamórala y sácanos de esto. Ahora, tengo la llave del cuarto de terapia física ¿Lo tomas o lo dejas?
De camino se encontraron con la ordenada chica, cabello oscuro y rizado, ojos claros, baja de estatura y bastante delgada.
—Este es su horario de tutorías, sino llegan los reporto y salgo de ustedes. Son bienvenidos en mi casa en esos horarios y no atiendo el teléfono nunca así que no intenten llamar, les recuerdo que practico dos deportes, estoy en dos clubes y voy a clases de idioma y teatro. En mis horas libres cuido a mi hermano así que mi tiempo sí vale oro.
—Me hace falta una amiga.
—A mí una novia —Ambos apretujaron a Adriana contra sus cuerpos.
Daniell era la amiga buenorra, la que les cubría ante sus padres, la que les servía de chaperona, la que siempre ayudaba de cuartada, pero, nunca fue tomada en serio por el rubio de cabello desordenado y ojos azules.
La esposa nunca amada, el plan b de Adam Luthor y la madre de sus gemelos varones.
Patrick se aproximó hacia la mujer en la puerta quien le miró con una amplia sonrisa, unas lágrimas calientes recorrieron las mejillas del joven antes de mirar a su padre y tragar duro.
—¿Por qué están peleando? —Dijo Adrian. — ¿Qué pasa aquí? Daniell, ¿qué es eso de llevarte a Karl y Kyle estás loca?
Adrian miró las lágrimas en los ojos de su hermano miró hacia su padre luego en dirección a la mujer en la puerta, el joven dio varios intentos por tomar una bocanada de aire antes de poder decir, volver a decir:
—¿Mamá?
—Adriana, tú...—Intentó decir Allan quien se mantuvo incrédulo.
Adrian no tardó en acercarse a su madre y abrazarle, Patrick miró con rabia a su hermano y luego a su padre.