Seguían aún en casa, poniéndose al día con su hermano, pues eran demasiadas cosas las que tenía que explicar. Frank se llevó a su hermana a su habitación, para así poder hablar mejor de todo. A María Elena no le gustaba que los niños estuvieran metidos en ninguna discusión familiar y mucho menos que se enterasen de cosas que no debían. —Frsnk es hijo de Rolando. ¿Verdad?. Preguntó Hernán una vez que los niños desaparecieron por el pasillo. —Si, es su hijo. Afirmó María Elena y él se tensó, estaba nervioso y su hermana lo notó. —¿Qué pasa? ¿Por qué te pusiste tan nervioso?. Preguntó ella sentándose a su lado. —Por nada… Tú como siempre tan curiosa. Sonrió. —No, yo como siempre tan observadora, no lo olvides Hernán y ahora dime. ¿Dónde estuviste todo este tiempo? —En la cárcel. M