Paseé mi lengua con suavidad por mis labios, provocando que mi compañero de cita abriera por completo sus ojos ante el estímulo, levantó su mano para llamar al mesero y pedirle la cuenta en cuanto estuvo algo cerca, levantándose para ir hasta el garzón, para pedirle todo lo demás que aún no nos habían traído para llevar.
Yo no pude evitar sonreír ante lo que estaba presenciando, la verdad hacía mucho algo así no me pasaba, la verdad tanto tiempo que ni si quiera recordaba. Kalev regresó su mirada para devorarme ahí mismo, solo con los ojos, mi pecho subía y bajaba ante la excitación que sentía, estaba a punto de dar otro paso con él y no lo tenía claro, pero aún así, lo haría, tenía tantas ganas, qué, sin importar nada, me arriesgaría.
Mi compañero solo me miraba, sin decirme nada, per
