Después de tantas horas sin tener señales de MC, por fin se había conectado pero no estaba sola. ¿Quédemonios hacía con Alan? ¿Qué estaba haciendo en su casa? ¿Y que hacía durmiendo allí? Tantas preguntas sin respuestas y los celos hirviendo en su interior.
Jake: ¿Por qué estás con Alan? De toda la gente en el mundo, ¿Justo con él tenías que estar? Si te toco o puso una mano encima lo matare.
Le gritaba al ordenador.
Caminaba de un lado a otro, así que encendió un cigarrillo para calmarse y se sentó en la ventana en la oscuridad de la habitación. Recién había pasado un día desde que la había dejado y ya estaba caminando por las paredes. No sabia como contener la rabia, la impotencia. Tomo su laptop, abrió su correo, encontró un mensaje de MC y comenzó a leerlo.
Jake: Mi amor no me rendí. Te estoy amando mas que nunca, estoy aquí, jamas te dejaría sola. Pero no puedo arrastrarte a la perdición, tienes una vida maravillosa y yo la empeoraría en lugar de mejorarla. ¡Dios porque es tan difícil! porque la pusiste en mi camino para no poder tenerla conmigo. Lamento ser lo que soy y me odio por esto. Quiero correr a sus brazos, perderme en su aroma, saborear sus labios pero es todo tan complicado.
Hablaba él en voz alta en la soledad de su habitación.
Intentando calmar a sus contrariados sentimientos, cerro la computadora y se fue a dormir.
Lo único que quería era que la angustia en su cuerpo y las lagrimas que ardían en sus ojos se fueran, ya al día siguiente mucho mas relajado podría pensar con claridad.