CAPITULO XXII. Misión secreta

1378 Words
Al día siguiente de rescatar a los niños, don Emmanuel salió muy temprano dirigiéndose a recoger los resultados de la prueba de ADN para corroborar si se trataba de Max. Natasha y Alex le habían solicitado ese favor, ya que no se sentían con la fortaleza suficiente para hacerlo ellos, y él mismo quería ser el primero en leerlos para, en caso de una mala noticia, poder prepararlos para escuchar. Al leer los resultados, éstos eran negativos, lo cual le causó una gran alegría, ahora debía volver con su familia para dar esta maravillosa noticia y buscar al verdadero Maximiliano. Justo antes de salir con rumbo a su casa, el detective privado le llamó para verlo, pues tenía al fin, una pista de su hija. Con todo el revuelo que ocasionó la novedad en los medios de comunicación, Max se enteró de lo sucedido y decidió regresar para dar un poco de alegría a su familia. Ya estaba en paz consigo mismo y dispuesto a escuchar a Natasha. En el trayecto con su encuentro, don Emmanuel lo vió a lo lejos y lo interceptó, le pidió hablar a solas para pedirle un importante favor. - ¡Muchacho!, me alegra mucho que estés bien, pensábamos lo peor - Lo siento mucho, don Emmanuel, jamás quise causar tanto revuelo - Supongo que planeas volver con Natasha para hablar - Así es señor, además debo terminar el trabajo en su casa - Antes de que regreses, quisiera pedirte un importante favor, entiendo si decides no hacerlo y respetaré la decisión que tomes - Lo escucho, don Emmanuel - Como sabes, Nathalya ha estado desaparecida desde hace tiempo y el detective, justo me acaba de decir que hay una pista de mi hija, pero debemos contar con un infiltrado del que nadie sospeche y en tu situación sería muy conveniente que fueras tú la persona para esta importante misión. - Entiendo don Emmanuel, para todos yo estoy muerto y el responsable de ésto no sospechará que soy yo, el hermano de Alex. - Así es, muchacho, pero como dije, respetaré tu decisión. - Me duele mucho pensar en lo que sufrirán más por mi, pero también sé que Nathalya podría estar sufriendo mucho más lejos de su familia, al menos en casa se apoyarían unos a otros, pero ella esta sola a manos de un asesino. - No es necesario que les muestre los resultados de ADN, puedo decir que aún no llegan y retrasar la mala noticia. - Pero Ángel tendrá menos cuidado conmigo si en las noticias se revela mi muerte - Sería muy valiente de tu parte. ¿Estás dispuesto a ayudarme? - Sí, señor. Yo aprecio mucho a su hija, además es la felicidad de mi hermano y mejor amiga de mi esposa, yo también quiero que regrese. - Te compensaré por ello - No es necesario, sólo cuide de mi familia, por favor, no deje que Natasha caiga en depresión ni que mi hijo sufra por mi ausencia. - Te lo prometo. Don Emmanuel procedió a explicarle el plan a Max, cambiaría su apariencia y sus datos con ayuda de sus influencias, sólo sería cuestión de tiempo para que Ángel reclutara nuevo personal y él estaría listo para ello. Mientras tanto, Natasha y la familia de Alex debían recibir la terrible noticia, como había elegido Max para hacer su trabajo impecablemente, era algo bastante difícil de aceptar, pues Max nunca en su vida había demostrado tendencias suicidas, al contrario, siempre procuraba pensar en frío. El padre de Alex estuvo al borde de un ataque, don Emmanuel se culpaba, pues no quería causar otra desgracia, y decidió hablar con él para contarle la verdad. El señor, no lo tomó bien, se molestó, pero luego comprendió que su hijo estaba vivo y lo prefería vivo que muerto, entonces decidió callar para no poner el peligro su vida. Don Emmanuel ya tenía todo listo para la nueva identidad de Max, su apariencia no cambiaría mucho, solo uno toques para evitar ser reconocido y le dió indicaciones de cómo debía comportarse para causar miedo y respeto, que normalmente era lo que Ángel buscaba en sus empleados. Por otro lado, Nathalya seguía en pie con su plan, la paciencia era pieza clave para lograr ganarse un poco de la confianza de su raptor y el accidente planeado ya estaba por ocurrir. - Ángel - Dime, Nathy - ¿Crees que pueda conocer el resto de la ca... - en ese momento Nathalya se torció el tobillo y cayó al suelo quejándose de dolor, Ángel corrió en su auxilio de inmediato - ¡Nathalya! ¿Estás bien? - ¡Ay, mi pie! ¡Me duele, me duele! - ¿Puedes levantarte? - ¡Nooo! ¡Duele mucho! - Te cargaré, ¿de acuerdo? - ¡No! No me muevas, me duele mucho - ¡Auxilio! - gritaba Ángel para que alguno de sus empleados acudiera a ayudarle, pero al no tener éxito, se aproximó al más cercano para solicitar apoyo - Iré por ayuda, ¡no me tardo! Mientras Nathalya, a pesar del dolor que sentía se concentró en su plan y observó lo más que pudo memorizando cada detalle para usarlo después en su siguiente paso - Bardas muy altas, árbol de tronco alto, largos ventanales, camino de piedra que lleva a un portón n***o, dos alas de la casa, dos pisos en una de las alas, una chimenea, lámparas altas, jardín hermoso con un pino en medio - se decía a sí misma cada detalle para no olvidarlo, en cuanto notó que alguien venía volvió a quejarse del dolor sutilmente para luego fingir un desmayo y así poder escuchar si comentaban algo que le sirviera. - Nathy, aquí estoy con ayuda, ¡Nathalya! ¿Qué tienes? - Se ha desmayado, patrón - ¿Es eso posible? - Sí, señor, a veces el dolor causa que las damas se desmayen - ¿Entonces sí se lastimó? - Su tobillo está muy hinchado, no hay duda alguna de ello, señor - Me temía que fuera una artimaña para intentar escapar. Llevémosla de regreso a su habitación y cúrala, Pedro, es una orden, cúrala - Sí, señor, aquí le acomodo el tobillo, pero ncesitará medicamento para el dolor - Que el mandadero vaya a comprarlo - Señor, el mandadero no vino, hace ratillo avisó que está malherido, es probable que no la cuente - Si no ha muerto, mátalo y buscaremos otro. Tendrás que ir tú por el medicamento, entonces - Como usted diga, patrón. Nathalya fue llevada a su habitación, la información obtenida no le servía de mucho para descubrir dónde se encontraba ni cómo escapar, sólo sabía que Ángel era un matón con mucho poder y dinero al que no le importaba la vida de sus fieles sirvientes. Pedro se encaminó a comprar los medicamentos que necesitaba Nathalya, aprovechando la vuelta, comunicó a su gente que el patrón necesitaba un nuevo mandadero, Max estaba recién llegado y tenía una apariencia de matón que de inmediato llamó la atención de Pedro y lo interrogó de inmediato para conocer sus intenciones. - ¿Tú quién eres? - cuestionó Pedro en voz alta - Yo soy Aldo Monte, ¿algún problema? - respondió en el mismo tono de su interrogador - Nunca te había visto por aqui, ¿qué quieres? - Dinero, billuyo - ¿Y qué estás dispuesto a hacer para conseguirlo? - Nada que no haya hecho antes... robar, vender, cerrar hocicos, ¿tú me entiendes, no? - El patrón necesita uno como tú, vámonos - Pa' luego es tarde Y así Max logró su primer objetivo, bastante fácil, pero ahora venía lo difícil, conservar la vida y salvar a Nathalya. Mientras se transportaban, Pedro se comunicaba por radio con su gente para que investigaran al nuevo mandadero, para en caso de que no les sirviera eliminarlo de una vez, Max se puso nervioso, pero lo sabía disimular y se concentraba en mantener su personaje en todo momento. Ángel acababa de recibir la notificación de que el cadáver de la presa sí era Max, ahora no tendría manera de descubrirlo, al menos no de inmediato. Mientras Pedro esperaba respuesta de su gente, le daba indicaciones a Aldo de lo que tenía que hacer.
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