La visión.

3064 Words
Después de un mes de la inauguración del hotel es todo un éxito, la mayoría del tiempo está lleno y se está volviendo popular por los turistas. Las cosas entre la empresa y la resistencia están tranquilas, aunque yo estoy segura de que no será por poco tiempo, mientras me encontraba acostada recordando aquellos momentos llega Samuel, me giro para verlo. —Ya sé que debería de tocar— me dice —Pasa y ¿eso que estás aquí?. Cierra la puerta con seguro, sonriéndome con maldad. —Esa sonrisa me da miedo— le digo Agarra el control y aprieta el botón para activar el sistema de silencio, él sabía que no quería que nadie nos escuchara y que había logrado descifrar la sonrisa que me dio. —Que pensabas hacer esta noche— me pregunta acostándose junto a mi —Dormir, creo, la verdad es que siento que la empresa ha estado demasiado callada— me mira sorprendido —Es cierto, más de lo normal. —Hace unos meses tuve una visión en uno de mis episodios, mire que la empresa tenía a varias personas, Samuel mire un niño, un bebe; anote la fecha en mi computadora, sé que era unos meses después de regresar, primero lo anote en mi celular, pero lo borre cuando lo puse en mi computadora. Me levanto de repente y comienzo a buscar mi laptop. —Ayúdame a buscarla— me paró en seco —Ya sé donde está. Corro al closet y abro el cuarto secreto, Samuel me sigue detrás de mí. —Wow, me gusta tu cuarto de seguridad. —Cuando tienes enemigos es necesario. Entra y ve una repisa llena de armas de diferentes calibres y otra repisa de juguetes sexuales, me siento en la cama del cuarto distraída buscando la nota. —Esta es una combinación rara, no sé cuál de los dos es más sexi— me suelto riendo —¿Por qué crees que están los dos juntos?— le sonrió —ven, aquí está, también el lugar bueno, la descripción tienen algo parecido. Se sienta y le enseñó la nota leo la descripción junto con el y la fecha, cuando miro la fecha —Es hoy— le digo, él me mira de regreso —Tengo que hacer una llamada para confirmar, espera. Va por su celular, sé que encontrara el sitio, así que me cambio de ropa, me pongo un pantalón n***o y una blusa de cuello alto, unas botas estilo militar y me pongo un arnés que da de lado a lado. Agarró un arma checa el seguro y si tiene las balas una vez que está todo bien la pongo en la funda del arnés y hago lo mismo con la segunda, tomó un segundo arnés y lo coloco en mi pierna izquierda y pongo un cuchillo dentro del arnés. Después me colocó una chamarra tipo cuero, me recojo el cabello y es cuando me doy cuenta, sé cuál es el sitio, es la antigua estación, cierro el cuarto y salgo del closet, miro a Samuel. —Es la antigua estación, vamos— él me mira —No tienen nada vigilado, pero si sabían o sospechaban que algo pasaba, puedo tomar un arma— lo miro —Si, ¿solo iremos nosotros?— camino, abro el cuarto para que tome el arma que necesite —Pedí que vinieran por nosotros, pero solo será chofer, ¿está bien?— toma el arma y salimos de mi habitación —Sí, me parece bien— bajo las escaleras —Mor saldré con Samuel, quedas a cargo de la vigilancia— Lucia me mira —Y yo— le sonrió —Quedas a cargo de Morningstar. Le guiño el ojo y se suelta riendo, salimos de la casa y nos subimos ala camioneta que nos espera. —¿¡Oh, por dios es nueva!?— veo el arma en la camioneta y le pregunto a Alejandro, conductor y agente. —Si ¿te gusta?, es liviana y tiene fuerza. La agarro y la veo —Me gusta, ¿dónde la conseguiste?— me mira por el espejo retrovisor —Es un secreto— me suelto riendo —Bueno, por cierto cuando me enseñaras a mejorar la defensa con cuchillo no quiero ser mala siempre. Samuel se ríe de lo que le digo a Alejandro. —La verdad, creo que es peligroso enseñarte, pobre de Alejandro, puede terminar malherido. Lo miro con los ojos entrecerrados —Que malo eres— le digo Cuando levanto la vista me doy cuenta de que llegamos. —Los dispositivos de comunicación están en el maletín— dice Alejandro Samuel me pasa uno y me lo pongo en el oído, él hace lo mismo, checamos la comunicación entre los tres. —Estén atentos a todo— nos dice Alejandro Abrimos la puerta y nos bajamos, caminamos agarrados de la mano alrededor del edificio, nos fijamos si hay cámaras o alguien vigilando, pero no se ve nada. —¿Crees que sea de la empresa o es solo un puesto de seguridad de las personas que se están escondiendo?— pregunto En eso pasan varios guardias y Samuel me pone contra la pared y me besa, cuándo pasan y están a una distancia segura, seguimos caminando. —Definitivamente, es personal de la empresa— me dice Suelto varias luces y salen en diferentes direcciones —¿Por qué hiciste es?— me pregunta Samuel —Control de perímetro, también sabré cuantas personas hay y cosas así, son como mini cámaras y drones. Le sonrió y seguimos caminando, me comienzan a llegar los resultados de la búsqueda como visiones. —Son 20 personas en un cuarto está cerrado por fuera— me quedo parada esperando más información —Son 25 no 28 personas como seguridad, sígueme sé cómo entrar. Caminamos y encontramos una puerta y entramos —Los cálculos son correctos— confirma Alejandro —No todos están armados— miro a Samuel —A ti no te pueden herir— le digo a Samuel al notar su nerviosismo —Lo sé, pero siento que necesitamos respaldo. Baja la voz cuando pasa alguien y nos seguimos escondiendo. —Solicita refuerzos y personal médico, el personal a la base y los refuerzos aquí lo más rápido. —Ya doy la orden— dice Alejandro Segundos después Alejandro confirma y lo miro sonriendo. —Me gusta cuando das órdenes— le digo y él me da un beso, saco un silenciador de mi chamarra y se lo pongo, él hace lo mismo —Vamos— dice Samuel Salimos caminando con cuidado, despejando habitación por habitación, nos separamos para cubrir más rápidamente —Van 3 guardias para tu lado— me dice Samuel —Perfecto— camino libremente dejándome ver —¿Lista?— me pregunta —Lista— le contesto Camino unos pasos más hasta que me encuentro con los guardias. —Hola, ¿Pueden ayudarme?, creo que me perdí— les digo a los guardias Escucho como se ríe Samuel —Señorita, tenemos que pedirle que se retire, es propiedad privada— bajo la cabeza —Perdón es que…— saco el arma y les disparo en la pierna a cada uno. —¡Eres una maldita!— me gritan —Lo sé— les contesto Me disparan y me muevo, pero solo una bala roza el brazo, Samuel llega y les dispara. —Cuando actúas así es tan excitante— me dice y le sonrió— Continuemos nos quedan 25— me dice Samuel —¡Dios opino lo mismo!— le contesto —Odio cuando hacen eso, saben que hay gente escuchando verdad— nos dice Alejandro —Tomemos los rifles— le digo a Samuel ignorando a Alejandro Agarramos los rifles y los acomodamos en nuestros brazos, nos volvemos a separar para cubrir más rápidamente el área, entro a una habitación y está cubierta con sangre, eso me hace hervir la sangre, checo el baño y hay un cadáver cierro la puerta, solamente eso me basto para detonar. —En esta habitación tengo un cadáver masculino aproximadamente en sus 20´s. Salgo de la habitación y veo a varios guardias, me recargo en la pared. —Sabían que soy mala con el cuchillo— les digo para llamar su atención, ellos se giran al verme —Eres una de ellos, ¿cómo escapaste?— me dicen al ver mis ojos brillando. —Es fácil cuando tienes ciertas… habilidades, creó que esto es de ustedes— les arrojo un rifle a los pies e inmediatamente me apuntan con sus armas —Deja de hacer lo que estás haciendo y levanta las manos. Me suelto riendo. —Oblígame. Uno pierde el control y me dispara en el hombro, ¡oh valieron mierda!. —¡De rodillas te dije!. Me escarbó en la herida y saco la bala, después ilumino mi mano y la pongo en mi hombro, aprovecho que están distraídos para sacar mi arma y les disparo directamente al corazón. El enojo se apoderó de mí y no escucho lo que dicen, camino y le disparo a todo el que vea, de repente alguien toma mi brazo y me volteo rápidamente para atacarlo. —Para esta demasiado herida— me dice Samuel Entran las demás personas de la resistencia y cubren todas las áreas, uno de los agentes se acerca. —Encontramos varios cuerpos, pero no encontramos la habitación con las personas dentro. Suelto varias luces y comienzan a avanzar guiándonos a donde está la habitación. —Vamos. Seguimos las luces Samuel y yo hasta que damos a una pared falsa. —Veamos como la abrimos— dice Samuel analizando la pared, me doy la vuelta mirando alrededor de la habitación —Generalmente, hay un botón, una llave e incluso…— me interrumpe —Lo encontré. Me giro y la pared se desliza, agarro la mano de Samuel y cuando veo tal escena mis piernas se doblan, pero él alcanza a agarrarme —Están… Me suelto de con Samuel y corro dentro de la habitación —¡Por favor ayuden a mi bebe!. Busco la voz de esa persona que hablo. —Lilith por aquí. Corro a donde está, la mujer toma mi mano. —Ayúdalo por favor, su nombre es Alberto— veo la herida de bala en el estómago —Sé que eres buena protégelo con tu vida. —Resiste— le digo —Protégelo con tu vida. La mujer deja caer una última lágrima, ilumino mi mano tratando de sanarla, pero es demasiado tarde, ella perdió la vida, murió en mis brazos, ella murió... —¡El bebe, todos busquen al bebé ahora!— les ordeno Me giro para buscar al niño y Samuel hace lo mismo, muevo unos cuerpos y encuentro al bebe lleno de sangre, al verlo en esas condiciones lo tomo entre mis brazos protegiéndolo. —Su corazón está débil— le digo a Samuel Como puedo me quito la chamarra y lo envuelvo, ilumino todo mi cuerpo sin darme cuenta, siento como cada parte de mi piel se eriza dejando una sensación de electricidad. Siento como su corazón se estabiliza con el mío al igual que su respiración y de repente escucho el sonido más hermoso y triste que escuche en toda mi vida su llanto, con cuidado limpio su carita. —Hola mi niño, todo va a estar bien— Samuel me ayuda a levantarme —Manda al médico a mi casa. Camino con el niño en mis brazos, no dejo de mirar su rostro, es tan hermoso y tan pequeño, cuando menos lo pienso estamos en mi casa. —¿Qué fue lo que paso, porque está asi?— pregunta Morningstar —Un rescate, pero el único que sobrevivió fue el bebe— le dice Samuel —En 5 minutos llega el médico— dice Lucia ella está mirando al bebe junto conmigo —Tienes que cambiarte, nadie puede verte así— dice Morningstar. Me cuesta trabajo, dejar al bebe, pero me voy a mi cuarto, abro las heridas y saco las balas de mi cuerpo, cuando terminó me baño rápidamente, iluminó mi cuerpo en el proceso. Cuando salgo me repito varias veces 'Debo de protegerlo, debo hacerlo, se lo prometí a su mamá', salgo de la habitación y bajo las escaleras antes de que baje todas se acerca Samuel y Morningstar. —Les dijimos al médico y a la policía que lo encontramos así afuera de la casa. Continuo bajando las escaleras y veo al médico junto a la policía —Buenas noches, como se encuentra el bebe— le doy la mano a los dos —No tienen ninguna herida, le falta vitaminas y está un poco desnutrido, es recomendable que lo interne para hacerle más pruebas. Veo al bebe, mientras los sigue examinando el médico. —No se encuentra registrado, ni tampoco tiene algún reporte de desaparecido, lo ingresaremos al hospital y haremos la papelería para enviarlo a un orfanato— dice el policía. Nadie va a enviar a mi bebé a ningún lugar, miro al policía —¿A dónde?— le digo con un tono amenazante Se acerca Samuel y me jala a su lado para tranquilizarme, respiró profundo y miro al policía —Nos haremos cargo de los gastos y cuidaremos de él, mi abogado se pondrá en contacto con ustedes— les digo. —De casualidad puedo elegir que hospital mandarlo, mi empresa trabaja de la mano con el hospital velmar, me gustaría que se le hicieran los exámenes en ese lugar— el médico y el policía se miran —Claro es uno de los mejores hospitales, le hablaré a mi amigo para que nos espere. Mientras el doctor y yo hablamos, la policía habla con Samuel y Morningstar. —¿Conoce al doctor Sánchez?— me pregunta el doctor, me tomo un momento para pensar —No es cirujano— el doctor me sonríe —Sí, es uno de los mejores pediatras que conozco, le informe de la situación y mi pre diagnóstico, pero le tiene que entregarle esto. Me entrega una hoja, en eso llega Lucia con ropa y cosas para bebe —Perdón la tardanza, pero no sabía que talla comprarle— pone las cosas en el sillón —Doctor, ¿cuál es la edad del bebe?— le pregunto Veo como le pone la ropita al bebe y mi corazón se llena con un sentimiento desconocido. —Tiene a lo mucho cuatro meses. Miramos como cambia al bebe, ¿qué es este sentimiento? —Es hora de irnos, ya nos están esperando, Morningstar y yo iremos ala policía y ustedes van al médico, está bien— nos dice Samuel Mientras el doctor le dice como envolverlo con una cobija yo hablo con Morningstar —Mor. Tomo la mano de él y trato de enviarle lo que sentí cuando cargue a Alberto y escuche su llanto por primera vez, quiero que sepa como es que me siento conectada a él, veo como sus ojos se abren como si no pudiera creerlo, abre mi oficina y nos metemos. —¿Cómo hiciste eso?, pude ver cuando lo encontraste y lo cargaste, e incluso sentí cada poro de tu piel wow, no sé cómo decirte— me da un abrazo fuerte. —Lo protegeré con mi vida, no dejaré que se separe de ti, le diré al abogado que inicie el trámite de adopción, tienes cuidarlo en el hospital, no te separes de él. —Gracias por entender. Abre la puerta y sale de la oficina, yo agarro un suéter y mi bolsa saliendo de la oficina —El médico se fue a su casa— me dice Lucia con Alberto en brazos tratando que deje de llorar, me acerco a Lucia y me entrega al bebe. —Creo que tiene…— deja de hablar cuando ve que ya no llora —Ya estoy aquí mi niño— toco su carita tan hermosa —¿Cómo hiciste eso? En cuanto estuvo en tus brazos dejo de llorar— le sonrió —Manejas tú, no pienso poder alejarme de él. Salgo de la casa hasta el coche, me subo, después Lucia hace lo mismo y conduce. —¿Por qué estaban llenos de sangre los dos?— me pregunta —Me dieron varios disparos y Alberto tenía heridas, donde estaban mataron a todos a balazos, al parecer trataron de protegerlo porque estaba de bajo de varios cuerpos trate de salvar a su mamá, pero ella solo decía que lo protegiera— me limpio las lágrimas — Él estaba muriendo, pero logré hacer que se recuperara— veo que se queja y lo arrullo —¿Lo adoptarás verdad?, no puedes dejarlo así— le sonrió —Si, este hombrecito, desde el momento en que lo cargué formo parte de mi vida, no quiero alejarme de él. Cuando llegamos ya nos estaban esperando, tenían una pequeña camita y lo acuesto, pero llora desconsoladamente. —Señorita Adams, ¿usted fue la que lo encontró y lo protegió?— lo miro —Si porque es un problema— le digo con un tono de defensa, me sonríe —Él confía en usted, creo que nos tendrá que acompañar en todo el proceso, puede cargarlo. Lo cargo otra vez y lo acomodo en mis brazos, con cuidado lo meso para que se calme. —Todo está bien mi niño— lo consuelo Sigo a los doctores y veo como le hacen estudios durante horas. —Bueno, señorita Adams, este bebe a pesar de que está bajo de peso y le falten sus vacunas, él está sano, lo dejaremos con una intravenosa vitaminada; también le pondremos sus vacunas, me informaron que iniciara el proceso de adopción, ha pensado algún nombre para registrarlo en el hospital y la papelería que salga. —Si, su nombre es Alberto, Alberto Adams— le sonrió orgullosa —Entonces Alberto Adams será su nombre, te gusta ese nombre bebe— lo agarra del brazo y lo mueve Alberto sonríe —Esta lista son los cuidados de un bebe, también hay cosas que va a necesitar como ropa, pañales, leche— me entrega las hojas. Alberto llegó a mi vida para salvarme, convirtiéndome a mis 22 años en madre, una madre orgullosa del que ahora lleva mi apellido, mi Alberto Adams.
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