Después de unas cuantas clases es hora de regresar a casa, se acerca Lucia hasta mi lugar.
—Lilith quieres ir a comer para conocernos más— termino de guardar mis cosas
—Suena bien, pero tengo que ir por los planos de la casa para hacer unas cosas, te parece si me acompañas y después comemos.
—Si claro, deja voy por mis cosas y nos vamos, pides el Uber— sonrió al oír su pregunta
—Tengo coche no te preocupes— volteo a ver Samuel — ¿Quieres venir?, pediré servicio a la habitación, podemos comer los tres— se acerca Lucia y me toma por el brazo
—Tengo que irme a la oficina— se levanta
—Bueno adiós— le digo, pero ya va saliendo de salón
Volteo a ver a Lucia y me hace la seña de que no sabe, caminamos al estacionamiento, se siente bien estar acompañada.
—Lilith, te están mirando casi todos los que pasan, ¿no te pone nerviosa o algo?.
—No, estoy acostumbrada, a veces si me incomoda, pero no puedo hace nada.
—Ah, no me sorprendería si no te piden tu número— caminamos hasta llegar y desactivo la alarma
—Sube— abre la puerta y yo hago lo mismo —Puedes poner música si quieres— conecta su celular al carro
—Me gusta tu carro ¿aún lo pagas?.
Esa fue una pregunta demasiado rara, no sobre analices las cosas Lilith
—No fue un regalo de una amiga que vive en el extranjero.
Me dice que si con la cabeza y conduzco un rato hasta que llego al sitio a donde será mi futura casa.
—Deja recojo los planos, no me tardo— me dice que si en con la cabeza —Hola Jorge tienes la copia de los planos.
Doy un vistazo rápido y veo que ya ampliaron el pedazo que antes estaba en la empresa, mi nuevo inicio se construirá ahí, Jorge me entrega los planos.
—Listo Lilith y en serio, gracias por tu invitación, los trabajadores se pusieron nerviosos por lo de la empresa— los miro trabajando
—Nunca contrataría nada de la empresa así que más tarde disfruten de la cena va.
Regreso al coche y doy un último vistazo.
—¿Todo eso de la construcción es lo de tu casa?— me pregunta
—Sí, fue una herencia que desconocía, pero esa amiga la me regalo el coche me entrego las escrituras, hace un poco de todo— conduzco directo al hotel
—Oh oye ¿pero en esa parte no estaba la empresa?.
—Si, pero no hay de que preocuparse— paro el coche en el semáforo —Estaban ilegalmente así que solo recupere mi lugar.
Se pone el semáforo en verde y manejo unos minutos más y entro al estacionamiento,
—Listo vamos— nos bajamos tomamos el ascensor —¿Vives cerca de aquí o de la uní?— Le preguntó
—Vivo cercas del centro, se puede decir que en un punto medio ente la uní y aquí, aparte es buena la renta.
Se abre el ascensor y caminamos ala puerta saco la tarjeta, abro la puerta y entramos, ojalá que hayan hecho la limpieza.
—En el refrigerador está el menú elige por mí, solo marcas 1 y te toman el pedido deja voy a cambiarme.
Voy directo a la habitación cuelgo el uniforme guardo los zapatos tomo un short de mezclilla y una blusa de tirantes rosa me pongo las pantuflas
—Listo.
Cuando la miro la encuentro mirando mis fotografías, mierda, mi corazón late rápidamente.
—Lilith ¿por qué en las fotos tienes el cabello y ojos diferentes?
—Cuando no quería llamar la atención o cosas así me ponía peluca y pupilentes en ocasiones usaba tinte— escucho que dice Ah y camino a la cocina —¿Quieres algo de tomar?— se acerca
—¿Tienes coca cola?.
Abro el refrigerador y se la entrego, yo saco una copa me sirvo vino, veo su mirada.
—Perdón, suelo tomar casi todos los días, se volvió una costumbre, tengo una alta tolerancia no te preocupes por verme borracha— aun
—No, no te juzgo solo se me hizo raro pensé que eras de esas delicadas que no le gusta tomar.
—Para nada tengo un poco de todo, así que cuando quieras tomar ven a mi casa, siempre tendré algo para ti— se ríe
—Ya quedamos no te eches para atrás.
Tocan el timbre y abro
—Señorita Lilith le traje su comida, le traje postre por parte del chef.
Pasa con el carrito de metal y pone las cosas en la mesa.
-—Muchas gracias, dile al chef que lo disfrutaré— me lanza una sonrisa y se va —Vamos a comer, deja saco una coca para mí.
Lucia se va a la silla agarro la bebida y me siento a comer, después de unas cuantas horas platicando y comiendo se da la noche y se va a casa.