En cuanto Calisto se despertó se sintió enérgico, al girarse vió que no se hallaba Luzbel así que inmediatamente se levantó de la cama y se encaminó al baño. Una vez listo, previamente aseado y cambiado salió a toda prisa hacia al comedor, donde encontró a Stavros entablando una seria discusión con los ángeles caídos, y los demás. - Lo que ustedes quieren que haga es un suicidio para mis altos guardianes. Les respondió muy serio. - Solamente necesitamos que averigüen dónde está. Le recordó Luzbel. Cal observó a su amado, lucía precioso vestido con un pantalón negr* de vestir y una camisa blanca también de vestir, sólo que iba desfajado y tenía las mangas alzadas hasta los codos, llevaba el pelo suelto y se le veía tan atractivo que por un momento olvidó lo que estaba sucediendo en el