Mientras Calisto se observaba detenidamente frente al espejo, se dio cuenta de que en realidad había cambiado bastante.
Sus facciones seguían ahi, pero ahora lucían distintas, como si alguien las hubiese pulido y afilado aún más de lo que ya estaban.
Cerró los ojos con fuerza y comenzó a concentrarse en lo que le había explicado Luzbel, se concentró en su antigua apariencia y también en sus ojos anteriormente dispares, entonces abrió los párpados y vió que de nuevo lucía como antes.
Incluso las alas habían desaparecido por completo, aún así podía sentirlas a la perfección, sonrió bastante satisfecho e ipso facto salió del baño como una exhalación.
- ¡Luzbel mira!…
Le dijo dando saltitos.
Luzbel alzó la vista de su lectura nocturna y sonrió al ver al antiguo Calisto.
- Te ves hermos
