Calisto pegó un grito luego de haberse escuchado un fuerte crujido de huesos. Luzbel quien cabeceaba totalmente aburrido salió de su estupor en cuanto le escuchó. - ¿Y ahora que?. Preguntó angustiado. Calisto se puso de pie y se salió de la bañera, luego se cayó al suelo y comenzó a arrastrarse hasta la habitación. Luzbel le seguía de cerca intentando calmarlo, entonces vió que debajo de los dos huesos de las alas comenzaron a salirle otros dos huesos increíblemente afilados. - ¡Ay Calisto!. Exclamó Luzbel cubriéndose la boca totalmente consternado. En eso entraron Baal, Ariel y Azazel quienes al escuchar la conmoción fueron a ver qué sucedía. Se quedaron pasmados al ver al joven con el cabello totalmente platinado, literalmente parecía que cada hebra de cabello era un hilo de pla