- No me digas… suena bastante interesante. Observó Calisto luego de que el joven le relatara cómo fue que llegó a la corona. - Si bueno, siendo sincero en realidad no tiene nada de grandioso, por lo regular no vivimos mucho tiempo. Mi padre falleció hace poco a los cuarenta y dos, y mi abuelo a los cuarenta… Le contó. Cal frunció el ceño bastante contrariado, no era normal que su descendencia se limitara tanto y más aún mermara. Había algo bastante extraño en todo aquello e inmediatamente sintió la necesidad de averiguar que diablos era lo que estaba ocurriendo. Luzbel pudo ver en el rostro de su amado esa expresión característica de cuando trama algo. - Dame la mano Calisto. Le pidió Cal al muchacho. Calisto extendió su larga y delgada extremidad hacia su pariente y se estremeci