Capítulo 3

2207 Words
Se hizo un ovillo sobre su cama mientras sus lágrimas seguían saliendo sin parar y se mordía el labio con desesperación. No había podido dormir en toda la noche después de que casi Demian la tomara a la fuerza. Todo su cuerpo se estremeció sin entender de qué manera lo hacía. Recordó su boca besando cada parte de su anatomía y tembló ante el extraño sentimiento que estaba sintiendo en ese momento, se sentía sucia y enojada con él por tratar de violarla, sin embargo, también se sentía extraña por como su cuerpo había reaccionado a cada estímulo que le dio sin que ella hubiera querido. Estaba confundida porque jamás sintió nada igual, ni siquiera con Chris y no sabía qué pensar al respecto. —¡Hazlo! —le gritó en ese momento con lágrimas en los ojos, estaba asustada, sin embargo, aún le quedaba valor—. Solo estaré pensado en Chris cuando me estes tocando y besando, solo en él —le dijo con enojo mientras Demian se encontraba sobre ella. El azabache paró toda acción apretando las muñecas de Alice sobre la cama, arriba de su cabeza mientras tomaba fuertemente su mandíbula con la otra mano. La deseaba con todo el alma y tenerla, así, tan expuesta debajo de él, semidesnuda lo ponía como nada en el mundo, pero cuando escuchó sus palabras todo eso se esfumó, no podía tomarla cuando ella solo pensaría en ese imbécil, cuando no quería y menos lo amaba. ¿Qué estaba haciendo? Se fijó en sus ojos, enmendaban puro temor. Se levantó de la cama y libero el cuerpo de Alice mirándola con frustración y culpa, se dio media vuelta sin decir nada y salió de la habitación dando zancadas. Ahora lo único que quería ella, era no volverlo a verlo, que equivocada estuvo cuando pensó que él podía llegar hacer un hombre honorable, no soportaría más estar en ese lugar, no quería ser más la esposa de Demian Conor. Después de eso, se la paso despierta el resto de la noche, aún con el temor de que volviera y le hiciera algo. Ahora no solo lo odiaba sino que también le temía. Su madre la miró de forma curiosa, casi burlesca cuando bajó al comedor, tratando de no levantar demasiado la comisura de sus labios y formar la gran sonrisa que tenía escondida. Tal vez a la mala, su hija podría aprender que no debía desobedecer sus órdenes. Desde hace mucho tiempo atrás le había prohibido mantener alguna relación con ese hombre que no poseía dinero ni distinción social, un muerto de hambre que no le podía ofrecer nada a Alice, ni a su familia, pero su hija era caprichosa aun estuviera casada se empecinaba a verlo a escondidas, eso no estaba bien. Por eso no le importó lo que Demian le hubiera hecho, pues para ella era algo tenía bien merecido. Alice se mantuvo en silesio por todo el desayuno, ignorando a su mamá pensando en cómo podría escapar de toda esa situación que la tenía acorralada, necesitaba ver a Chris que la abrazara, que la consolara diciéndole que todo iba a estar bien, sentía que en cualquier momento iba a explotar de impotencia, entonces una idea surgió en su mente, no sabía si era la precisión del momento, solo sabía que no podía estar más ahí. —¿Cómo dormiste Cariño? —Edna preguntó como si nada y Alice solo pudo dedicarle una mirada desolada sin responder. Sabía perfectamente que su mamá estaba enterada de lo que había sucedido a noche, sus gritos fueron lo bastante fuertes para que ella los escuchara, pero no hizo nada al respecto, no le importo que su hija fuera casi violada y se preguntó ¿por qué? Por qué su propia madre le tenía tanto odio, no lo entendía. —Disculpa... Alice abandono la mesa y subió a su habitación donde dio varias vueltas y pensó mucho lo que estaba a punto de hacer, pero no veía otra salida, tomó el teléfono y marcó un número. —¿Hola?... —respondió casi enseguida. —Chris, no puedo más. Quiero escapar contigo. —Su voz sonó suplicante, no podía estar un minuto más en ese lugar junto a ese hombre. Lo que Alice no sabía era quién estaba escuchando todo, del otro lado de la línea. ♡ Aun tratara de concentrarse en su trabajo le era imposible, las palabras y los sollozos de Alice los tenía incrustados en su mente, lo poco que había avanzado en la lucha por ganarse su amor se había ido por la borda y todo por el hombre que su esposa amaba, aveces sus celos podían sacar lo peor de él. Estaba arrepentido y si pudiera regresar el tiempo lo haría, pero ya era tarde y ahora tenía que hacer algo para que ella lo perdonara porque a pesar de todo no la quería perder. ♡ Eran pasadas las 3:00 p.m. cuando Alice tenía una maleta pequeña sobre la cama. Esperaría a que su mamá saliera como todos los días al centro comercial y ella le diría que se siente mal para poder acompañarla y así salir hacia el departamento de Chris donde él la estaría esperando. Estaba nerviosa, pero nada ni nadie la haría retroceder, estaba más que decidida. El momento llegó, Edna se fue junto con Kang y ella no perdió tiempo saliendo a hurtadillas de la casa, su corazón se desbocó, por fin iba a poder estar junto a Chris para poderse amar con libertad. Tomó un taxi el cual la llevó hasta el lugar donde se encontrarían, Alice sacó las llaves que le había dado Chris unos días antes por cualquier cosa y al entrar no lo encontró. Frunció el ceño, extraña, mirando sobre la mesa una nota que decía que no se preocupara que regresaría pronto. Pero nunca llego, pasaron las horas entre llamadas y mensajes sin responder, se sentía desesperada por no saber de él, la incertidumbre la estaba matando, no podía quedarse ahí sin hacer nada así que decidió ir a buscarlo, no sabía donde, simplemente lo haría, sin embargo, cuando abrió la puerta se encontró con el rostro furioso de Demian. Sus ojos se abrieron como plato al ver su semblante, era el mismo de la noche anterior y su cuerpo se heló, retrocedió por inercia, asustada y Demian entró al apartamento de forma intimidante. —D-Demian ¿Qué haces aquí? —Alice preguntó con la guardia en alto. No podía creer que estuviera ahí. ¿Cómo se habían enterado de su huida? —Es lo mismo que te pregunto a ti. —Ladeó su cabeza tratando de tranquilizarse—. ¿Esperando a tu amante? —Pero fue imposible, acercándose más a ella—. Eres una... —¡No te atrevas a tocarme! —le exigió asustada, pero Demian hizo caso omiso a sus palabras y la tomó de los brazos con brusquedad. —Te llevaré de regreso y no hay nada que puedas hacer al respecto. —Alice forcejeo, no quería irse con él, Conor era más fuerte y la tomó de los pies, cargándola como un saco de papas mientras ella gritaba. Subieron a su auto y a regañadientes la llevó de regreso a su casa donde la mantendría encerrada en su habitación. La sujetó de la barbilla y la miró latente, Alice se tensó, aunque no quisiera admitirlo le daba mucho miedo verlo enojado, teniendo en cuenta lo que estuvo a punto de hacerle anoche, no quería que se desquitara con ella. Lo miró suplicante con sus ojos acuosos. —Tenía que imaginar que algo así pasaría, eres una cualquiera que se acuesta con su amante y ahora... me quieres dejar —Demian le reclamó mientras la mantenía entre sus brazos. Alice era demasiado orgullosa para quedarse callada y dejar que le hablara de esa forma, sin importar el miedo que le tuviera. —¡Si! —exclamó con fuerza, con su rostro a centímetros y con su cuerpo tembloroso—. Lo hice porque no te amo, a quien amo es a Chris, él es el amor de mi vida, con quien quiero estar y tú... —Lo miró con desprecio—. Solo me das asco. Demian la besó con brusquedad mordiendo su labio para que abriera la boca y pudiera meter su lengua. —Eres un maldito... —Lo empujó con rabia, pero Demian hizo más fuerte el agarre, soportado como Alice lo miraba con recelo. —Dejame decirte algo, mientras yo viva tú jamás podrás dejarme, eso te lo juro. —La soltó limpiando el beso, lo había sentido tan amargo—. Dile adiós a tu amante, en este momento debe estar de camino al la morgue. La temperatura de su cuerpo empezó a descender cuando las palabras de Demian llegaron sus oídos. Abrió sus ojos en demasía, nuevas lágrimas empezaron a formarse y negó eso no podía ser verdad. —¡Mientes! —le gritó, pero Demian no soltó ninguna expresión, no quería admitir que le afectaba verla dolida por ese hombre, entonces Alice supo que era verdad, que no mentía y se derrumbó sobre el suelo ¿Qué le había pasado a su Chris? ♡ Aún no podía creer que su hermosa chica hubiera decidido, por fin, escaparse con él. Cuando le dio la noticia no pudo contener su alegría, la amaba con toda su alma, con cada célula de su cuerpo, haría cualquier cosa por su amor, no podía ver su futuro sin ella a su lado, le emocionó tanto el panorama que veía a la distancia, los dos juntos para toda la vida que soltó un suspiro de añoranza. Estaba todo arreglado, se irían a un pueblo cerca de la costa y con los ahorros que tenía podían sobrevivir mientras él encontrará trabajo, no le importaba, se esforzaría para que nada le faltara a su pequeña. Esperaba en su apartamento a que ella llegara cuando una llamada entró a su celular, era Marina, su amiga de la infancia, la consideraba como una hermana. Se escuchaba alterada y Chris se preocupó por ella. —Cálmate ¿Qué pasó, Marina? —¡Lo mate Chris! ¡Lo mate...! Ni siquiera lo pensó dos veces para ir hacia ella, cuando ya se encontraba en la casa de Marina, corrió con urgencia cuando la diviso a la distancia, percatándose de un pequeño detalle, tenía su blusa llena de sangre. ¿Qué había pasado? Fue lo primero que se preguntó. —Chris, él... Él quiso violarme —dijo entre sollozos y el castaño abrió sus ojos mirando sobre su hombro, el cuerpo de un hombre con una gran herida en su estómago. Lo reconoció como Mino el exnovio de Marina. Se acercó a revisándole el pulso y cerró sus ojos cuando no hubo ninguno. Efectivamente, estaba muerto. —Sin pulso —susurró preocupado. —¡Lo mate, carajo! —Marina tomó su cabello con desesperación y empezó a llorar sin control—. Chris no quiero ir a la cárcel, ¿quién cuidará de Nina? Ayúdame amigo te lo suplico. —Chris no quería que le pasara nada, la apreciaba demasiado para permitirlo. El castaño sopesó un poco la situación. La tomó entre sus brazos y la abrazó como consuelo. —Escúchame, no voy a permitir que nada te pase ¿entiendes? —La miró atento—. Vete. —La peli-roja frunció el ceño y negó—. Toma tus cosas y yo me quedaré aquí a solucionar este problema. Marina negó de nuevo. No podía irse y dejarlo con su problema. —No quiero que te pase nada Chris. —Nada me pasará, te lo prometo. Por favor vete ya —La tomó de la mano y la miró seguro. No quería, pero hizo lo que le pidió, nada convencida de dejarlo solo, sin embargo, tenía que pensar en su hija y no tuvo otra opción. Chris se incoó a un lado del cuerpo de Mino y tomó entre sus manos el cuchillo que estaba incrustado en su estómago. Estaba pensado, rápidamente, en algo, para que su amiga no saliera perjudicada de todo esto, no sabía que iba a hacer, tenía que actuar ya, no obstante en ese momento una mujer, al parecer, vecina de Mino entró a la casa mirando con horror la escena frente a ella. Soltó un grito y salió corriendo de allí al mirar al supuesto asesino, Chris trató de explicarle, sin embargo, ya era tarde, la mujer llamó a unos policías que casualmente transitaban por el lugar, Colin entró en pánico cuando toda esa situación se le estaba saliendo de las manos. Soltó el arma y trató de huir por la parte trasera de la casa, no podía ir a prisión, Alice lo esperaba en su departamento para irse juntos, pero nada de eso fue posible cuando sintió algo caliente explotar en su interior, no lo supo hasta que tocó su pecho y vio la sangre. Cayó sobre el asfalto, estrepitosamente y miró al cielo teniendo en su mente la única imagen que hubiera deseado ver antes de morir. —Alice... —musitó su nombre siendo arrasado por una total oscuridad. . . . . . Espero les guste ? ?
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