Me quito el vestido, lo tiro sobre la cama de mala gana y salgo en ropa interior de mi habitación con Olivia detrás de mí. Ya escuchó mi descargo, ya sabe que el geriátrico está comprometido, así como sabe que su prometida me iba a abofetear. Contarle todo eso me hizo hervir la sangre, me alteró y me obstinó también. Me hubiera encantado quedarme a cantarle cumpleaños a la señora West, pero gracias a esa bruja que le estropeó la noche, todo se fue al carajo. Añadiendo que su hijo aportó muchísimo.
Despedirme de la señora West y darme cuenta de que de verdad estaba llorando, me enojó mucho porque esa mujer es un amor. No se merecía ese pequeño show justo en esta noche. Gracias a Dios que mi madre está con ella y sé que con sus locuras y frescura la hará sentir mejor, así como también sé qu
