Al despertar ya estaba en mi fría habitación del laboratorio, me dolía toda el área abdominal. Al abrir los ojos, mi primera reacción fue tocar mi abdomen de inmediato, me ardía la piel y también tenia un intenso dolor en los intestinos, era como si hubiese tragado un puñado de agujas, pero ese dolor no duro mucho, pero fue intenso en lo poco que duro, estuve allí sin gritar ni decir una palabra ni una sola lagrima por 10 minutos, no podía darme el lujo de hacer ruido, o enviarían a alguien y ya no podría hacer nada.
Al pasar el dolor, me senté a la orilla de la cama y mire hacia el suelo, debía hacer parecer que en ese momento me sentía mal, ahora si quería que pensaran eso para así tener una excusa para dañar la cámara de la habitación. apreté los dientes y los músculos de mis brazos mientras apretaba el borde de la cama con mis manos, la cámara estaba justo frente a mi, debía fingir que perdía el control. comencé a gritar y me levante de la cama sin soltarla con una mano, luego la levante y la golpee lo mas fuerte que pude contra las paredes para luego terminar arrojándola contra la cámara lo mas fuerte que pude.
Eso me daría al menos unos 15 minutos, pues había un procedimiento que se hacia cuando yo perdía el control. se activaba un sistema de seguridad en mi habitación para que nadie ni nada pudiese salir ni entrar, después de los primeros 5 minutos, si no recuperaba la cordura, soltaban un gas toxico que dejaría tendido en el piso, pero consiente, luego de 10 minutos cuando el gas me hubiese debilitado hasta no poder levantarme, activarían un sistema de gravedad que me aprisionaría contra el piso, y por ultimo, al llegar a los 15 minutos, entraría un equipo de ocho personas armadas y dos personas con inyectadoras con un sedante especial.
Así que, debía apresurarme para poder llegar a la oficina de Lisa y volver a tiempo para recibir la paliza de gravedad que me estaría esperando.
Me apresure a subir por el ducto que había sobre mi cama, tome un pedazo de metal de la cama para formar una especie de cuchillo para poder quitar los 4 tornillos que tenia la tapa del ducto. Debía ser lo mas meticuloso posible para no dejar rastros de lo que había hecho. quite rápidamente los tornillos y deje caer la rejilla sobre la cama para así poder entrar en el ducto sin hacer ruido innecesario.
Una vez dentro del ducto solo debia usar mi agudo olfato y buscar el olor de Lisa mas cercano. El unico problema era que si Lisa estaba en la oficina no podria hacer nada, pero con todo el alboroto que hice, seguramente ella debia estar en la puerta de mi habitacion supervisando todo el proceso de dentencion que me harian.
Con esa unica esperanza de que ella estubiese fuera de la oficina, me arrastre lo mas rapido y silenciosamente posible por el ducto hasta que llegue a una rejilla que daba a la oficina que estaba junto a la de Lisa, eso lo sabia por el olor que tenia. llegue a ella y haciendo presion hacia abajo con mis manos, rompi los tornillos que la sostenian, no tenia mas opción que esa. al caer del ducto, era una oficina bien amoblada con un alfombrado color rojo en todo el piso de la habitacion, y las paredes eran de un color vinotinto. Casi en medio había un escritorio de madera oscura, sobre el escritorio había una balanza y junto a él había uno de esos parales donde se cuelgan las bolsas de suero o de sangre para las transfusiones. No había mucho espacio, la habitación era de unos 3 metros de ancho y 5 de largo. Frente al escritorio habían dos muebles largos pegados a la pared uno a cada lado, eran de cuero, del color de las paredes. La habitación tenía un intenso olor a sangre, o al menos para mi.
También vi un par de cuadros en la pared del fondo. Uno era el dibujo de la silueta de un ser humano con líneas puntadas que marcabas las diferentes partes del cuerpo. Me causaba mucha curiosidad que en cada sitio marcado había un nombre que no era el correspondiente a la zona, me preguntaba que clase de idiota haría un cuadro donde señala claramente el muslo y en vez de poner ese nombre, ponía algo como pernil, eso nisiquiera tenía sentido, al menos no para mi. Tal vez no seré un genio con la anatomia como Lisa, pero al menos eso lo tengo seguro .
Ignore totalmente el hecho de que esa habitación apestaba a rareza y me dirigí hacia la puerta. Después de todo esto es el laboratorio subterráneo, extraño seria que no hubieran rarezas y secretos.
Tome el pomo de la puerta y la abrí confiadamente, pues mi olfato y mi oído me hacían saber que allí afuera no había nadie. También sabía que no habían cámaras en ese pasillo, pues a Lisa no le gustaba, así que mando a que las quitaran. Salí y rápidamente estaba tomando el pomo de la oficina de Lisa y obviamente estaba cerrada, pero era una puerta muy básica, allí no tenía gran dificultad para entrar. Prácticamente a entrar por la habitación de al lado, me salte toda la seguridad.
Porque para poder llegar a la oficina de Lisa debías pasar por una puerta custodiada día y noche por Marins del ejército, luego una prueba de retina y captación de huellas. Por último un escáner de voz. Pero toda esa seguridad se encontraba antes de entrar a un pasillo central donde habían solamente unas 4 oficinas, entre ellas estaba la de Lisa.
Busque algo delgado que pudiese abrir el cerrojo, pero todo estaba impecable, tampoco tenía tiempo de volver a buscar algo ella oficina vinotinto, así que tome una medida drástica, rompí un pedazo de mi franela y me la metí a la boca, no podía hacer ruido, luego tire hacia arriba de la uña de mi pulgar derecho y de un solo tirón la arranque. A veces pienso que mientras más pequeño es el daño, mayor es el dolor
Sin tiempo para decir ni hacer más nada que apretar los dientes, partí esa uña en dos con mis dientes, doble una mitad en forma de L y deje la otra recta como estaba, metí ambas en el cerrojo y gire... La puerta abrió sin mucha dificultad, abrí la puerta y de inmediato recordé las palabras de Lisa.