No sé si eres tú, el que está mal, o soy yo la que no sabe interpretar esta tonta e irascible actividad en la que vivimos día a día. Tú eres mi norte y mi sur, y dices que soy tu ancla y tu pilar, pero entonces, ¿Por qué el intérprete fundamental de nuestra pieza de vals se burla sin parar de lo que queremos aparentar?
Quiero interpretar un soneto enamorado, un cántico de besos apasionados que se nublan en nubes de humo rosado lleno de corazones y que se oigan como canciones mis gemidos desesperados atrapados en las paredes de nuestro cuarto.
Quieres tú ser el intérprete de mi cuento narrado, ser mi príncipe encantado aún cuando no hay princesa para rescatar, porque aunque con la boca me halagues y me digas cuanto me amas, sé de primera mano, que molesto y enojado, paso de ser tu princes
