No puedo evitar sentirme un poco frustrado, ya que parecía que todos menos yo entendían este caos de números y estrategias empresariales. Dylan y Scott eran mis mejores amigos, pero a veces me sentía un poco fuera de lugar. Ellos habían elegido estudiar administración y parecían disfrutarlo, mientras que yo me había dejado llevar por las presiones académicas y había terminado en esta carrera que simplemente no me gustaba. Intentaba mantenerme positivo, recordando que la universidad no era solo acerca de lo que estudiaba, sino también de las amistades y experiencias que encontraba en el camino. Cuando llegué a la cafetería, Dylan ya estaba ahí con su típica sonrisa de confianza en el rostro. Scott, el nuevo integrante de nuestro círculo, se unió a nosotros poco después. No podía evitar