La misma noche
Palacio Topkapi, Estambul
Tepes
Dicen que el odio nos ciega, nos vuelve incapaces de razonar y nos deja vulnerables, pero opino lo contrario, nos impulsa, nos vuelve constantes y tenaces, por supuesto debes ser eres astuto, temerario y osado para adelantar los movimientos de tus enemigos. Aunque existen personas que cuestionan tu sed de venganza. Como en mi caso, Mehmet pensaba que era una locura reclamar mis territorios, mi trono y todo a lo que tenía derecho. No entendía que debía limpiar el honor de mi familia ante las serpientes que usurpaban Rumania, pues yo soy el gobernante legítimo.
Al punto de sentirse inquieto, lleno de dudas o tal vez intimidado por mis ganas gobernar mis territorios. Al final, hice una jugada estratégica para obtener su apoyo, alegando que e
