Elena se había negado a irse, a pesar de saber que venía mamá y ellas dos no eran precisamente las mejores amigas. A mamá tampoco le había hecho gracia saber que la encontraría aquí, sobre todo siendo el lugar donde hasta hace nada vivía Valeria, la favorita de mamá. Le había contado que ya Valeria no vivía aquí, pero ella ni se inmutó. —¿Hablaste con Valeria?—le pregunté, pero para mí ya era muy obvio.—No te veo sorprendida de saber que ella ya no está en esta casa. Fue tu plan desde el principio, traerla aquí, pensando que yo la iba a visitar o iba a cumplir con mis deberes de esposo con ella. ¿Solo porque vivía aquí? Sé que mamá eligió esta casa para ella justo por eso. Comenzó a agitar su mano para que el humo de su pipa no llegara hacia mí. —Apenas unos días desde que Valerie