Sí, había pasado medio mes desde que fui al hospital, todo estaba bien, mi estado de salud, todo mi maldito cuerpo, pero no podía tener sexo con Elena. Sin embargo, mientras me duchaba, pensaba en Valeria, nuestros encuentros y allí estaba…¡la engañosa erección! Sé que fue producto de mi desesperación, fue eso lo único que causó que esta noche del viernes yo viniera hasta aquí. Quizás fue…porque el día de hoy nos encontramos en el ascensor, cuando parecía que no trabajábamos en el mismo lugar, pues los encuentros eran muy escasos y ni nos dirigíamos la palabra, a penas sí nos mirábamos. La vi asomarse a la ventana y yo bajé del coche, yendo hacia la puerta. Intenté abrir con mi llave, pero…no funcionaba. Al parecer ella cambió la cerradura. ¿Qué de lógica tenía eso? ¿No era esta m