Dr Luna Capítulo 7

1666 Words
Miraron hacia arriba para ver a Tyler mirándolos desde arriba. Tyler Había escuchado el grito fuerte y salió a investigar. Estaba muy interesado mientras observaba el trabajo de Lilly y lo atenta que estaba ella… En el momento en que su pareja terminó en los brazos de un Kade sin camisa, no pudo evitar que le saliera un gruñido de la garganta. Kade sonrió ampliamente mientras bajaba a Lilly al suelo. —¡Mira, Tyler! Todo está arreglado. —Dijo Kade con alegría. Tyler bajó al primer piso. —¿Me perdí el memo de la reunión? ¿Qué hace todo el mundo despierto?—Preguntó Tyler. —Salí a tomar algo y terminé ayudando a sostener a Kade. La próxima vez quiero romperle el hueso. —Caleb dijo con una risita mientras Kade le lanzaba una mirada de molestia. —Bueno, me voy a la cama. Buenas noches a todos. Bienvenida a la manada, Luna. —Se despide Caleb en vista del silencio. —¿Y ustedes dos qué?—Tyler preguntó curiosamente, preguntándose cómo sucedió todo esto. —No pude dormir por el dolor en el brazo, así que salí a estirarlo. Luego Lilly salió porque no podía dormir y se dio cuenta de que me molestaba el brazo. Luego insistió en romperme el hombro. Es retorcida. —Kade bromeó con ella en la última parte. —, no, en serio Lilly, eres increíble. Muchas gracias. Ahora seré mucho más efectivo. Que tengan buenas noches, voy a tener una buena noche de sueño. —Kade dijo, prácticamente saltó de regreso por las escaleras para dirigirse a su habitación para descansar tranquilamente. —Sabes que todo eso podría haberse solucionado hace mucho tiempo si hubieras tenido un médico en la manada. —Lilly se dio vuelta y regañó a Tyler por no tener uno. Kade había sufrido innecesariamente durante años. Muchas de estas grandes manadas de guerreros trabajaban sin un médico porque sentían que no eran necesarios. En realidad, tener un médico mantendría a los guerreros en mejores condiciones de combate. —Supongo que ahora tenemos uno.  —Dijo Tyler con suficiencia mientras miraba a Lilly. Sus ojos se suavizaron al observar sus rasgos cansados. —, te ves cansada. —No puedo dormir. Lo intenté, pero no puedo conciliar el sueño. —Lilly dijo en voz baja. —Mañana tienes un día importante. Te presentaré a la manada. Vamos, te acompañaré de vuelta a tu habitación. —Tyler aprovechó la oportunidad para poner su brazo alrededor de ella y la condujo suavemente de regreso a su habitación. Cuando llegaron a la puerta y la abrió, no la dejó allí. Entró con ella mientras la guiaba hacia la cama. Lilly sintió que su corazón latía más rápido. Ahora estaban solos en su habitación y toda la casa estaba dormida. Mientras se metía en la cama, sintió que el colchón se hundía a su lado y se volvió con ojos sorprendidos para ver a Tyler acostado a su lado. —¿Qué estás haciendo?—Lilly dijo en voz baja debido a la invasión inesperada. —Tratando de dormir. —Tyler respondió bruscamente mientras cerraba los ojos. —Ehm, esta es mi habitación. —La voz de Lilly susurró. Su corazón latía rápidamente y su estómago se revolvía al verlo tan cerca. —Nada se te escapa. —Tyler sonrió con suficiencia y abrió los ojos para mirarla. —, pensé que ambos disfrutaríamos más de esto. Al ver su rostro sin humor, decidió explicarle. —Mira, prometo no tocarte. No puedes dormir y yo tampoco puedo dormir. Somos compañeros y ambos dormiremos mejor si estamos cerca el uno del otro. —Dijo Tyler, se volteó y apagó la lámpara junto a la cama. Lilly suspiró y reflexionó sobre la situación por un momento. Luego se acomodó y cerró los ojos. Tenía que admitir que se sentía más tranquila teniéndolo cerca. Aunque sentía que esta aún era una situación peligrosa. De cualquier manera, estaba cansada y disfrutaba inhalar su aroma, que estaba tan cerca de ella. Llenó sus fosas nasales con su olor y se dejó llevar hacia el inconsciente. Lilly comenzó a moverse pero no pudo moverse. Sentía que estaba siendo retenida. Se tomó un momento y recordó que ya no estaba en su hogar. Abrió los ojos para ver en qué estaba. Estaba siendo retenida en los brazos de Tyler, con su cabeza descansando en su brazo. Lilly miró hacia arriba a la cara de Tyler, sus ojos estaban cerrados, pero su respiración no sonaba como si estuviera dormido. Intentó moverse un poco, pero los ojos de Tyler se abrieron de golpe y la miró. —Buenos días. —Dijo adormilado. —Mm, buenos días. —Respondió suavemente. —Nunca se te permite dormir con nadie más, ¿entendido? Eres una gran abrazadora mientras duermes. ¿Sabes lo difícil que fue dejarte dormir mientras te aferrabas a mí?—Los ojos de Tyler la fijaron y ella le ofreció una sonrisa de disculpa. —Lo siento. Solo he compartido mi cama con mis peluches. Supongo que normalmente los abrazo mientras duermo. —Lilly sintió como sus mejillas se calentaban de vergüenza. No pretendía asaltarlo prácticamente toda la noche.  Tyler soltó una risita. —No es que me importara, por supuesto. Puedes acurrucarte conmigo cuando quieras. —Contestó Tyler, sus ojos se encontraron con los de ella y sus iris grises empezaron a oscurecerse mientras la miraba. Sus ojos estaban fijos en sus labios y su respiración se hizo más pesada. Lamió sus labios y comenzó a acercar su cabeza a la suya. El corazón de Lilly empezó a latir más rápido. Este iba a ser su primer beso. Iba a suceder en ese momento. Estaba emocionada y nerviosa. Las mariposas empezaban a aletear en su estómago, y sentía cómo se tensaban sus entrañas a medida que él se acercaba. Solo faltaban unos centímetros más. Como la providencia, el teléfono de Lilly sonó. Se levantó rápidamente y se dio la vuelta para tomar la llamada. Escuchó el gemido apagado de Tyler y sonrió, sus mejillas se calentaron por lo que casi sucedió. Era la primera vez que había tenido ese efecto en alguien o que alguien lo tuviera en ella, y le gustaba. Aunque sabía que no debería. Alcanzó su teléfono y vio que era Aaron quien llamaba. Lo cogió emocionada. —¡Aaron!—Exclamó Lilly. —¡Lilita! ¿Cómo estás? ¿Te están tratando bien? Juro que si no lo hacen, iré allá y te traeré de vuelta. No tienes idea de lo preocupado que he estado, y solo ha pasado una noche. Tal vez debería ir y traerte a casa. No puedo soportarlo. —Aaron vomitó todas las palabras mientras hablaba rápidamente sin tomar aliento.  —Aaron, estoy bien. Relájate. —Lilly se rió de su hermano sobreprotector. Tyler se sentó en la cama, se inclinó y besó a Lilly en la frente, lo que la hizo sonrojar. Le hizo una señal de que iba a ducharse y salió de la habitación para darle privacidad para hablar con su hermano. —No he conocido a mucha gente aún, pero hasta ahora todos han sido amables. Por supuesto, eso es solo por ahora. Aún no les he contado mi secreto. Seguro que cuando lo haga, me echarán a patadas. —Lilly habló en tono seco mientras jugaba con un mechón de su cabello. —Si estuvo dispuesto a comenzar una guerra por ti, dudo que quiera que salgas de la manada. No todas las manadas son como la nuestra, Lil. También estuve pensando… probablemente deberías renunciar. —Comenzó a decir Aaron antes de ser interrumpido. —No, sé lo que vas a decir. Aún no Aaron. No hasta que les cuente al menos. —Lilly interrumpió a su hermano sabiendo exactamente a qué se refería. Aaron suspiró fuertemente por teléfono. —Solo quiero que estés segura y no hay nada que lo impida. Entonces, hazlo pronto, ¿prometido?—Le pidió Aaron. —Lo prometo. —Lilly estaba feliz de tener a alguien en su vida que se preocupara tanto por ella. —Llámame en cualquier momento y hablaré contigo pronto. Adiós, Lils. —Adiós, Aaron. Lilly colgó el teléfono y lo miró en silencio con una pequeña sonrisa en su rostro. Podía sentir la preocupación de Aaron en su voz y eso le calentaba el corazón. Admitió que tenía miedo de que una vez fuera de su vista él la olvidara. Que tal vez solo sintiera la necesidad de cuidarla mientras estuviera allí. Estaba feliz de saber que sus sentimientos eran reales y que realmente se preocupaba por ella. Era un miedo estúpido y uno en el que no creía realmente, pero a veces la mente juega trucos con la verdad. Lilly saltó de la cama sintiéndose llena de energía y feliz. Había dormido bien la segunda mitad de la noche, casi había tenido su primer beso y había tenido una buena llamada telefónica con su hermano. El día comenzaba bastante bien. Se puso unos shorts y una camiseta de tirantes negros antes de ponerse sus zapatillas de tenis. Después de arreglarse el cabello y el maquillaje, encogió los hombros suavemente al mirarse en el espejo. Luego salió de su habitación y pudo escuchar a mucha gente hablando abajo. Miró por el borde y vio una casa llena de personas. De repente, sintió cómo disminuía su confianza al mirar a los desconocidos. Reconoció a Kade, Caleb y Avery, pero había varias caras nuevas que aún no había visto. Mordió su labio inferior y dio un paso atrás alejándose del borde. No estaba acostumbrada a las multitudes, ya que siempre la habían evitado. Escuchó la risita suave de Tyler mientras se acercaba por detrás de ella. —¿Te estás preparando para escapar de mí?—Dijo Tyler mientras pasaba su brazo alrededor de su cintura. Para sorpresa de Tyler, ella se giró hacia él y apoyó su cabeza en su costado.
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