Kade se paró en la puerta abierta mirando la situación frente a él.
Tyler estaba parado delante de Lilly, quien ahora llevaba puesta la camisa de Tyler y solo su camisa.
Mientras Tyler estaba delante de ella solo con sus pantalones cortos.
Tyler gruñó de irritación, haciendo que Kade mirara hacia el techo.
Lilly agradeció su interrupción en ese momento y rápidamente se alejó unos metros de Tyler.
—¿Qué tipo de sándwich?—Lilly se acercó a Kade mirando el plato frente a él.
Se sentía hambrienta y el cálido olor del queso derretido le llegó a la nariz.
Kade siguió mirando el techo pero sonrió al responderle.
—Es mi famoso sándwich de queso a la parrilla y jamón. ¡Nadie puede resistirse!—Exclamó Kade.
—Suena genial. Bajaré y lo comeré. Dame solo un minuto para ponerme los pantalones cortos. —Dijo Lilly, pensó que el sándwich sonaba delicioso y no podía esperar para hincarle el diente.
Kade salió de la habitación y Lilly se volvió hacia Tyler mientras estaba de pie junto a la puerta.
Le levantó una ceja, indicándole que se fuera.
Tyler estaba irritado por toda la situación. Kade había interrumpido un buen momento entre ellos. Tenía la sensación de que un segundo más y el llamado de la pareja los habría tenido en los brazos del otro.
También estaba molesto porque sabía que ella todavía estaba molesta con él por el incidente con Jessica. A regañadientes, pasó junto a ella y salió de su habitación.
Lilly cerró la puerta y soltó el aliento que había estado conteniendo. Eso estuvo muy cerca.
Estuvo a punto de lanzarse sobre este hombre que apenas conocía. Todo en él era perfecto y su lado animalístico quería devorar cada centímetro de él.
Necesitaba reponerse. Gracias a Dios por Kade.
Lilly agarró y se puso un par de ropa interior y sus pantalones cortos. La camisa de Tyler era tan larga que cubría sus pantalones cortos, por lo que aún parecía que solo llevaba una camisa.
Pensó en cambiarse de camisa, pero llevar su cálida camisa era como estar en su constante abrazo. Era algo que anhelaba, así que decidió complacerse con su camisa y su aroma.
Entonces otro aroma llegó a su nariz.
Podía oler un poco del perfume que Jessica había estado usando en la camisa cuando él la había abrazado. Lilly podía sentir la ira acumularse dentro de ella. No comprendía qué le pasaba, nadie normalmente le molestaba tanto.
Era como si sus emociones estuvieran fuera de control y Kira estuviera lista para atacar en esta vulnerabilidad. Lilly lanzó la camisa y la miró como si la hubiera mordido. Odiaba cómo estaba reaccionando últimamente, pero sabía que era por el vínculo de apareamiento. Agarró una de sus propias camisas y se la puso, luego agarró la camisa de Tyler del suelo antes de salir de la habitación.
Lilly bajó corriendo las escaleras y se acercó a la barra de la cocina donde estaban sentados Tyler y Kade.
Lilly lanzó la camisa a Tyler y luego se sentó junto a Kade, lejos de Tyler.
Se escuchó un gruñido bajo en el pecho de Tyler mientras miraba a su pareja sentada felizmente junto a Kade. Levantó su camisa y la miró.
—¿De qué se trata esto?, no puedo usar eso. Tiene el perfume de otra mujer—Lilly no levantó la mirada de su sándwich y continuó disfrutándolo ávidamente.
Interiormente, estaba furiosa, pero estaba tratando de controlar sus emociones o al menos ocultarlas.
—Te conseguiré otra camisa entonces. —Tyler lo dejó pasar como si no fuera nada.
Lilly sintió que su poco control comenzaba a ceder.
—No te preocupes por eso. Traje mis propias camisas que huelen a hogar. —Dijo Lilly.
—Este es tu hogar. —Tyler replicó bruscamente.
Kade se sentó entre los dos y su lobo se acurrucó entre su Alfa gruñendo y Luna.
—Eso aún no está decidido al cien por cien. —Dijo Lilly en tono cortante mientras se llevaba el último bocado de su sándwich a la boca.
—Ya está decidido. Tú me perteneces y nada cambiará eso. —Dijo Tyler con suficiencia.
Kira dejó escapar un gruñido a través de Lilly, lo que hizo que Tyler se riera en respuesta.
—Necesitamos que tu lobo se someta al control de su nuevo alfa. —Irrumpió Tyler.
—Ella se calmará entonces. —Contestó Lilly, las manos de Lilly estaban blancas mientras se aferraba a la barra frente a ella.
Luchaba por calmar a Kira.
—Kira, cálmate. Creo que te sentirás diferente una vez que conozcas a su lobo. —Lilly intentó razonar con Kira.
—Sé que no estás acostumbrada a ser aceptada.
Yo tampoco. Trata de controlar tu ira para que podamos ver todo claramente. —Le pidió Lilly a su loba.
—Está bien… si su lobo reacciona mal hacia mí, sin embargo, no hago promesas. No quiero vivir donde no soy aceptada. —Kira finalmente admitió lo que la estaba molestando y Lilly sintió que todo se calmaba.
—Lilly, ¿estás bien?—Preguntó Tyler.
Lilly sintió un brazo que la giraba y antes de darse cuenta, estaba prisionera en los brazos de Tyler.
Lilly parpadeó, dándose cuenta de que tenía que retirarse profundamente en su mente para controlar a Kira. Podía sentir un líquido goteando de su nariz.
—¿Esto lo está haciendo tu lobo?—La voz de Tyler era tranquila mientras alcanzaba y limpiaba la sangre de su nariz.
Sus ojos grises miraban a Lilly con preocupación.
—Sí y no… es complicado. —Lilly mordió su labio inferior.
Todo esto estaba relacionado con su secreto. Uno que tenía que contarle antes de que él decidiera si realmente la quería como su pareja o no.
—Te lo explicaré en algún momento. Hay mucho que considerar antes de que decidas si realmente me quieres como tu pareja. —Dijo Lilly.
—Ya he decidido. —Tyler ya lo había decidido, si es que tenía alguna decisión en eso. Ella era su pareja y no podía pensar en ninguna razón por la que no la quisiera a su lado.
—Tal vez.—Lilly dijo en voz baja.
Se dio cuenta de su cercanía y pudo sentir el calor de su cuerpo. Necesitaba escapar de esta peligrosa situación.
—Gracias por el sándwich, Kade. Estaba delicioso. —Dijo Lilly y se levantó, se alejó de los brazos de Tyler, lo que lo hizo fruncir el ceño.
—Ha sido un día largo, si no te importa, me gustaría descansar un poco. —Lilly no esperó una respuesta mientras se giraba y volvía a su habitación.
—¿Qué crees que está pasando? Nunca había oído hablar de alguien que tuviera que luchar tanto contra su lobo.—Tyler miró a Kade.
—Hmmm. —Kade dijo mientras se quedaba pensativo. Ya había notado algo, pero se lo guardaba para sí mismo por ahora.
—¿Qué pasa, Kade? Sospechas algo, ¿verdad?— Tyler levantó la mirada y miró a Kade.
Lo conocía bien. Kade tenía cinco años cuando se unió a la manada. Los dos chicos se convirtieron en mejores amigos e inseparables desde entonces.
Kade sonrió a Tyler mientras daba un sorbo a su bebida.
—Solo es una sospecha por ahora. —Dijo Kade.
—No tienes planeado explicarlo, ¿verdad?—Tyler negó con la cabeza y frunció el ceño mientras se apoyaba en la barra.
Kade era increíblemente leal a Tyler, pero ya estaba formando sus propias lealtades con la futura luna. Lo que sospechaba lo mantenía en secreto por el bien de ella. Tyler lo vio asentir con una sonrisa de disculpa. No insistió más. Si era algo que necesitaba saber, Kade se lo diría. Por ahora, dejaría que Lilly guardara su secreto.
Lilly se tumbó en su cama.
No sabía por qué no le contaba a Tyler sobre ella.
—Sabes exactamente por qué no se lo estás contando—Le recordó Kira.
Lilly soltó una risa irónica mientras se daba la vuelta.
Kira tenía razón, ella sabía por qué. Quería saber cómo se sentía ser aceptada, aunque solo fuera temporalmente. Había anhelado la aceptación de su manada y unnca la recibió. No importaba lo que hiciera, nunca era suficiente. Nunca pudo demostrarse a sí misma ante ellos. Por una vez, aunque fuera solo por un poco de tiempo, quería saber cómo se sentía ser parte de una manada.