Catrina Le pedí al abogado Cuellar que me llevará a casa de Crista. Le pregunté cuanto sería de honorarios, pero dijo que lo dejará pasar por esta vez. Que suficiente era con el susto que ya había pasado. Una vez que se cercioro que Crista me abriera la puerta me dijo que me portará bien para no meterme en problemas. Me despedí del con un beso en la mejilla y entre a casa de Crista. —Dijiste que viniera en caso de que Elian me echara de su casa —le digo con vergüenza. —¿Tu marido te ha echado? —suelta la pregunta con sorpresa. Niego de inmediato. —No para nada, lo que pasa es que tenemos una crisis matrimonial —hago un puchero. —No te preocupes amiga, aquí hay mucho espacio para ti. … Pasaron unos días, Elian no insistió en verme, que fácil se olvido de mí. Claro como no me ama.