Catrina Después del señor Javier llegaron algunos clientes más, hasta que llego la hora de salida y me encargue de cerrar el local. Tome un taxi a casa, tenia sueño. Esperaba llegar a casa y darme un buen baño con agua caliente y a dormir. Cuando entré todo marchaba en silencio, me pregunté si Elian ya había regresado a casa. Noté que la puerta de su despacho estaba entreabierta y decidí ver a través del rabillo, el despacho estaba solo. Mis ojos fueron a dar directo a un móvil sobre el escritorio. Era el de él. Miré a todos lados, no vi a nadie, entre sigilosamente como un gatito y tomé el móvil. Que tonta me sentí, por supuesto que tenia contraseña. Me puse un dedo en la barbilla y comencé a pensar “¿Cuál será su contraseña de desbloqueo?” Intenté una, otra y otra y nada… estaba tan in