La sensación de no querer irse perduró hasta que llegó a su casa, pero Candy se lo dejó muy claro. No quería volver a verlo, lo consideraba parte de ese desastre que asolaba su vida, aunque él no tenía nada que ver con los desastres que la habían destruido, pero entendía que no lo quisiera cerca, él no dejaba de ser un desconocido para ella. Pero realmente Alaric no sabía la verdadera situación por la que Candy lo quería lejos. En su vientre había un bebé y ella no estaba dispuesta a estar cerca del posible padre, ya sea aquel desconocido con quien pasó una noche o su esposo. Ver sufrir a Candy le costó. La situación le recordó un poco a su traición a Adrien, por el sufrimiento de Candy, pero de eso habían pasado tantos años ya y la comparación era muy innecesaria, porque él era un n