Cuando Alaric salió de la habitación, Millie ya tenía todo preparado, incluso ya estaba sentada desayunando. —Buenos días, Millie—el tono de voz de su padre era bastante alegre. —Buenos días, papá. ¿Se te han pegado las sábanas hoy? —Eso creo. Huele a café. —Ya te hice el café. —¿Estás lista?—La miró, parecía estar lista, solo faltaba desayunar—. Creo que sí. Hombre comenzó a moverse por la cocina, haciendo uno que otros ruidos, preparaba un gran desayuno a Candy, hizo un jugo de naranja y después colocó en la bandeja algunas mermeladas. Mientras se dirigía hacia la habitación con el desayuno, Millie apareció estando lista, en esto Candy salió de la habitación con su bata azul, miró a Alaric con aquella bandeja de desayuno y sonrió. —Buenos días—saludó Candy. —Buenos días