No lo tenía claro y eso era lo que la detenía. ¿Y si hacía algo de lo que luego se arrepentiría el resto de su vida? Era su bebé, sería su hijo. Suyo, ¿qué importaba quién era el padre? A ella le importaba, porque eso podría fastidiar la vida de ella y de su bebé si resultaba ser de Rick Johnson. Y la idea de que fuera de Alaric Jackson era muy débil, esa posibilidad casi era nula. Y era igual de malo tener al hijo de un hombre que no conocía, que solo pasó una noche de placer y borrachera y a quien no había vuelto a ver. Dejó sus manos sobre su vientre plano y lloró, ¿por qué lloraba? Se sentía tan triste que no sabía si esas lágrimas eran por lo que iba hacer o porque no estaba segura. Pero tomó su bolso y se marchó hasta la clínica. De camino llamó a Samara, pero ella no le