—¿Candy?—había pasado la primera semana y Samara no supo nada de ella en todos esos días. Le pareció muy extraño, porque eran muy amigas. Creyó que haría muchas actividades junto a Candy, porque tenía muchos días libres, incluso le sorprendió que Candy se hubiera ido de su casa sin ninguna explicación. Sacó el móvil de su bolso y tocó de nuevo el timbre para ahora llamarla. Fue rodeando la casa, asomándose por las ventanas para saber si ella estaba allí, si veía algo dentro. Había decidido ir sin avisar y al parecer Candy no estaba allí. El teléfono tenía tono, pero ella no respondía. Decidió irse, de todos modos su coche no estaba en casa y dentro no parecía haber nadie. Volvió a marcar, pero ahora otro número. —¿Qué quieres? —El número de teléfono de Lexi. Hablaré con ella.—