FIRE

CAPÍTULO 18

—Idiota— susurre cruzándome de brazos y tratando de no espantarme con las escenas tenebrosas de la película.

Lo cual me fue completamente difícil. Era, en serio, un hombre miedoso y con cada escena de miedo daba brincos y pequeños gritos lograban escaparse.

La gota que derramó el baso fue cuando inició el suspenso y después apareció aquella cosa horrorosa frente a la pantalla. Si un enorme grito y también un bronco.

—¿Estas bien?— preguntó Simón.

—No, para nada que lo estoy— me puse de pie y caminé hacia mi habitación, molesto y con miedo.

—Lo siento— dijo tomando mi brazo. Después me jalo hacia él y me dio un abrazo para que me tranquilizara. —No debí haber puesto esa película, se que las odias, pero pudiste haberlo dicho desde un comenzó.

Reí y me aparte de él —Suficiente de esto, vamos a cenar, tengo hambre— caminé hacia la cocina y luego, con su ayuda, preparamos algo delicioso para cenar.

Nos sentamos a la mesa y comenzamos a cenar. —Oye Andy— Simón me llamó y yo volteé a verlo y espera a que me dijera lo que tenía que decirme —Hagamos un stream juntos ¿Qué te parece?— propuso emocionado.

Yo lo mire, procese lo que me había dicho y reí —¿En serio?— pregunté y él asintió —Es una completa locura, yo no pertenezco a ese mundo.

—Por favor, a mis fans les agradas— suplico mirándome.

—¿Obtendré algo a cambio?— lo mire.

—Lo que sea, lo que quieras. Haré cualquier cosa— me miro, emocionado y seguro de que aceptaría.

Yo solo reí —Pero ¿si te pido algo que no esté dentro de tus posibilidades?— lo mire —Aunque pensándolo bien— me levante de la mesa, tomé mi plato y lo llevé al fregadero para lavarlo —Aceptaré tu propuesta— dije.

—¿En serio? ¿No estás mintiendo?

—¿Por qué mentiría?— me giré para mirarlo —Eres mi mejor amigo y haría todo por ti— sonreí.

—Eres genial, Andy— me miró y también sonrió.

—¿Cuando será esa transmisión?— pregunte, tenía que estar preparado para poder presentarme ante tantas personas sin tener una crisis nerviosa.

—Cuando tu estés listo, no voy a presionarte— se puso de pie y también llevo su plato a la tarja —se que es difícil para ti, pero eso ayudará para que mejores— llegó hasta donde yo me encontraba y sonrió.

—Entonces yo te avisaré— me aleje y fui a mi habitación —Será mejor que vuelvas a casa, ya es muy tarde y tus padres se preocuparán por ti.

—No lo creo, ellos están encantados cuando yo no estoy— termino de lavar su plato y fue a donde yo estaba —Tener privacidad es algo que a ellos les agrada.

—Igual ya es noche y debes ir a casa— esculque en mi armario para sacar mi pijama. —Tengo sueño y quiero dormir.

—Puedo dormir en tu casa esta noche— propuso.

—¿En serio es tan cómodo el sofá?— lo mire y salí de mi habitación.

—Puede que si, pero preferiría compartir la cama contigo— caminó detrás de mí y yo entré al baño para poder cambiarme.

—No creo que sea posible— hablé desde dentro. Después me cambie y volví a salir, caminé de vuelta a mi habitación y me recosté en la cama.

Simón entró a mi habitación también y se sentó en mi silla, después la acercó a la cama y solo me miró. —Jamás me di cuenta que tienes un lunar al costado de tu ojo— dijo.

—¿Este?— lo toque y el asintió —salió en secundaria, para entonces ya no hablábamos.

—Se ve lindo— sonrió.

—No lo creo— volví a mirar mi celular.

Recibí una llamada de mi mamá, así que rápidamente la tomé —Hijo— me llamó.

—Hola, mamá— dije feliz —¿Ya vienes?— pregunté.

—Volveré tarde, tal vez a media noche o incluso un poco después. Duerme y no me esperes— ordenó.

—¿Ocurrió algo malo?— pregunte preocupado —¿Necesitas mi ayuda?

—No es nada, no hay ningún problema, solo que me entregarán un pedido en un rato más. El nuevo empleado me ayudará, así que no te preocupes y descansa.

—Está bien, ma— sonreí —Vuelve con cuidado a casa y me despiertas cuando llegues.

—Si, Andy.

—Te veré luego, entonces— mire a Simón —Por cierto, Simón estará en la sala durmiendo, así que si llegas y lo vez no te asustes, será el— reí.

—Si cariño, no te desveles mucho y recuerda que te amo.

—También te amo, ma— sonreí y me despegue el celular del oído. Después colgué y mire a Simón —Voy a dormir, ya sabes donde encontrar las cobijas para que te arropes y no pases frío— me acomode bajo las cobijas —buenas noches— dije mirándolo.

—Buenas noches, Andy— el se levantó de la silla y caminó fuera de mi habitación.

Yo configure la alarma de mi celular y después me acomode bien en la cama para dormir. Un grito me hizo abrir los ojos, me puse de pie y después, con miedo, fui a encender el foco para que la luz me dejara ver mi entorno.

No había nada anormal, así que salí de la habitación y también encendí la luz. Después vi a Simón sentado en el sofá, Inhalando y exhalando.

—¿Estas bien?— caminé rápidamente a donde se encontraba.

Me paré frente a él y luego me rebajé para mirarlo a la cara. Él me tomó los hombros y me abrazo —Tengo miedo— susurro entre llanto.

Yo correspondí su abrazo —Descuida— susurre también —Todo estará bien.

El solo siguió aferrado a mi hasta que se calmó —Perdón, Andy— dijo una vez se alejó de mi —Solo que tuve una horrible pesadilla— limpió sus lágrimas y rió ligeramente.

—Tonto, te advertí que no mirarás películas de terror— reí también —Vuelve a dormir— me puse de pie u me dispuse a volver a mi habitación.

Él tomó mi mano y me retuvo ahí —Déjame dormir en tu habitación, aquí tengo miedo— puso una cara linda.

—Está bien, solo no vuelvas a gritar porque sino te echaré— él sonrió satisfecho y ambos volvimos a la cama. —Buenas noches— dije y me acomode en la cama.

Él se acomodó al lado mío —Buenas noches, Andy.