Marko Francesca dormía, después de que le colocaron un sedante, no me había movido de su lado. Habíamos pasado casi todo el día tratando de conseguir su sangre, estaba siendo imposible conseguirla, pero, cuando pensamos que no lo lograríamos, encontramos algunas unidades en un banco de sangre en Los Ángeles. La realidad es que no confiaba en nadie, asique mande a Boris con el equipo del doctor Clark a buscarla. Ahora estaban preparando todo para transfundirla. No quería dejarla sola, pero tenía que ir a ver la magnitud de los daños en la mansión y encargarme de ese problema en la bodega, necesitaba desesperadamente derramar sangre, mi cuerpo se sentía inquieto e inestable. Toda la tensión del día, la ira y la frustración corriendo por mis venas como lava caliente. Y verla a ella así, l